Prohibir popotes no es la solución: Canacintra

La eliminación del consumo de popotes no es la solución a los problemas de contaminación, lo ideal es el uso moderado, incluso la reutilización de las materias primas pueden llegar a generar una huella ecológica respecto a otras acciones, consideró el presidente de la industria del plástico en Puebla, Amadeo Villarreal Villarreal, ante la puesta en marcha de la campaña emprendida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

El 21 de mayo de 2018, la Semarnat inició una campaña para concientizar sobre su uso con el argumento de que sólo se utilizan una vez por minutos, pero tardan más de 100 años en degradarse y provocan la muerte de fauna marina.

El también integrante de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) asegura que no se opone a este tipo de acciones; sin embargo, deben ser acompañadas por un trabajo coordinado entre el gobierno, la iniciativa privada, universidades y la sociedad en general, pues está en manos de todos hacer un buen uso de los recursos.

Explicó que según la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac) existen 250 compañías dedicadas a la producción de pajillas, las cuales generan 20 mil toneladas y de éstas, alrededor de 30 por ciento son reciclados. Entre todos los residuos éstas no representan ni 0.05 por ciento.

En el caso de Puebla no hay más de tres empresas enfocadas a realizar esta tarea, pues en general el sector es versátil, también se dedican a fabricar artículos para el sector automotriz u otros. En general, toda la actividad se realiza a través de máquinas, puntualizó Villarreal.

Expuso que hacer uso del plástico puede ser mejor para el medioambiente si se recicla, pues genera una huella de carbono menor respeto a otros productos. Una bolsa de papel, por ejemplo, genera 48 puntos y una de plástico sólo siete.

Popotes naturales, la mejor opción

Lo popotes creados a partir de elementos naturales como naranja u otros, aún no son viables para el sector empresarial, pues tienen una vida útil corta y una compañía necesita tiempo para encontrar un cliente, venderlos en grandes cantidades a establecimientos, los cuales los guardarán en un inventario, posteriormente saldría a la venta, pero ya no estarían en buenas condiciones, explicó.