Existieron varios alumnos que quedaron marcados con las enseñanzas de Díaz Cid, un ejemplo de ello fue con el politólogo, Alejandro Guillén
Así como José María Argüelles, existieron varios alumnos que quedaron marcados con las enseñanzas de Díaz Cid, un ejemplo de ello fue con el politólogo, Alejandro Guillén, que lo conoció en 1983. Era su último año de bachillerato y le impartió clases de Historia de la Filosofía. Su admiración y respeto hizo que estudiará Ciencias Políticas en la UPAEP y cuando egresó empezó a trabajar con él, por el tiempo que pasaban juntos conoció a María, hija de Díaz Cid. Se enamoraron y se casaron en diciembre de año 1994. También puedes leer: Manuel Díaz Cid, el último ideólogo de Puebla"Maestros de su talla y de su altura hacen falta en los bachilleratos, porque ciertamente cuando él me daba clases, terminó de despertarme la vocación por la ciencia política. Recuerdo que cuando inició el curso no fui a la primera clase, llegué hasta el siguiente día y, mis compañeros me dijeron: 'fíjate que nos da clases un señor que merece nuestros respetos'. Y así fue, desde el primer momento él impuso respeto, y cada clase era extraordinaria", recordó. Cuando se enteró que era el director de la carrera de Ciencias Políticas en la UPAEP, decidió entrevistarlo, fue tan agradable la charla que en ese momento supo cual era su vocación, y que tenía que hacerlo en la UPAEP. Le impartió varias materias, como historia de las ideas políticas, seminario de investigación y cada que daba conferencias asistía, por lo cual lo considera: "su formador universitario".
Alejandro Guillén, cree que aportó a la universidad "su vida", autonomía universitaria, prestigio y un extenso bagaje cultural. "En su tiempo fue uno de los personajes más importantes de esa lucha por la autonomía universitaria y siendo estudiante fue un líder en toda la expresión de la palabra. En la práctica, llegó hasta las últimas consecuencias y ya después fue modificando su forma de pensar, pero en ese momento defendió lo que creía. Además, enseñó que la universidad debe de ser un espacio en donde se discutan las ideas de manera libre, y responsable", expresó. El ahora académico de la Universidad Popular, piensa que otra de las aportaciones que hizo fue enseñar con su ejemplo de vida, pues en el ideario de UPAEP dice que un maestro tiene que enseñar con preparación, vocación y se debe de interesar por los diversos temas que preocupan a la sociedad. De igual modo, le dio prestigio a la universidad, pues la institución fue fundada por un "personaje de gran tamaño". Además de verlo como su suegro, lo considera maestro, confidente y amigo. Un amigo que en su tiempo tuvo varios adversarios, uno de ellos es Ramón Beltrán, exlíder de los Carolinos, quien fue la contra parte de Manuel Díaz Cid en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). El profesor Guillén, relató que cuando ambos tenían no más de 20 años existía en Puebla un fanatismo religioso que hizo que varios estudiantes se enfrentarán. "El caso de Ramón Beltrán es el claro ejemplo de que los hombre deben ir madurando, que deben de ver las cosas de manera distinta conforme a los tiempos. Yo me preocuparía por los que se quedaron con las viejas categorías, los dos en su momento defendieron sus ideas, los dos en su momento se calificaron de radicales. Vivieron en la época de las ideologías o eran derechas o de izquierda. Pero después se reunieron y dialogaron", sostuvo. A su parecer, la imagen de los yunquistas se ha desvirtuado en cuanto a sus orígenes, principalmente en funciones de intereses políticos. Si bien, fue un proyecto "secreto", el politólogo considera que en se tiempo "era normal" el reclutamiento y permanecía en organizaciones ocultas; sin embargo, no descartó las manifestaciones de fuerza exagerada. "Al no haber propiamente una versión de este lado, ha generado varias especulaciones incluso mitos. El libro de Álvaro Delgado, por ejemplo, me parece que tiene elementos ciertos, pero también cosas que no están documentadas. Hace una serie de aseveraciones que no tienen sustento y él ya dio la pauta para un tema que supuestamente era secreto pero ya no lo es. Hace falta darle continuidad hablar del tema, hay mentiras como que mataban gente, pero sí había trancazos", aceptó. Para la política poblana, opinó que fue un pilar importante, pues fue un impulsor de la generación y pluralidad de las ideas, del diálogo y siempre estuvo presente en los fenómenos de transiciones políticas. Un político poblano de la actualidad que considera a Manuel Díaz Cid como maestro y ejemplo de vida, es el panista y exalcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, en entrevista con este medio, narró que conoció al historiador cuando le impartió la clase de historia de las ideas políticas y no sólo tiene el recuerdo de verlo como su profesor, sino que lo consideraba un gran ser humano. "Era una gran persona, que fue congruente con sus principios y sus ideas durante toda su vida. Un buen padre, un buen esposo y un buen mexicano. En particular siempre tuve sus consejos, sus opiniones, recientemente platicaba con él respecto a la situación política del país, esto antes de la campaña y en una de la ultimas enseñanzas él me expresaba la necesidad del país de construir una nueva democracia con una visión ciudadana, entonces fue un privilegio aprender de él", acotó. Desde que fue alumno pidió sus consejos, y este apoyo siguió antes de ser alcalde, cuando fue edil y al terminar su administración. Hablaban del entorno político local, pero también de la política nacional e internacional. "Siempre fue muy generoso, tengo el privilegio de decir que también estaba preocupado por mi participación política y cuando yo tenía oportunidad de quererlo escuchar tocaba su puerta y él me abría. También cuando él quería platicar conmigo me llamaba y yo le daba su tiempo, siempre procurábamos esta comunicación", aseguró. Una gran personalidadEste medio acudió a la oficina de Ramón Beltrán, exlíder de los carolinos. El inmueble está ubicado en el Centro Histórico y su lugar de trabajo está rodeado de libros y fotografías. En el momento en que dejó sus artículos personales en su lugar puso música nacionalista mexicana y empezó a charlar. Platicó del movimiento del 68, de la Unión Soviética, de la Guerra Fría y del triunfo de Fidel Castro en Cuba, en suma del fanatismo religioso que se vivía en Puebla cuando era joven. "En todas partes estaban las dos fuerzas tanto los comunistas como socialistas, y ambos trataban de convencer a las personas de pensar como ellos. Acá en Puebla habíamos muchos que por tradición mexicana, que por la revolución, que por la independencia, somos y éramos liberales. Simplemente no queríamos la dictadura del proletariado, ni tampoco ese capitalismo que, nos había robado la mitad de México", puntualizó. Su familia es de Monterrey y su abuelo era ingeniero militar, todos liberales-porfiristas. Recuerda que le inculcaron a "no dejarse" poner etiquetas ni mucho menos, que le ordenaran como pensar. Fue ahí cuando tuvo diferencias con Manuel Díaz Cid. Aunque nunca se calificó como comunista, para los miembros del Frente Universitario Anticomunista (FUA) sí lo era, pues no los apoyaba. A Ramón Beltrán lo expulsaron de la UAP acusándolo de miembro del FUA, organización que fundó Manuel Díaz Cid en 1954. "Cosa rara, porque casi todos los Fuas recalcitrantes eran del Benavente, los medianones eran del Oriente y él era el único del Humboldt. Siempre fue secreto, pero ya todos sabían quiénes eran y al mismo tiempo de contraparte se hicieron organizaciones liberales, una de esas era la Julipo (Juventudes Liberales Poblanas) y se metían mucho los masones, también había logias", aseveró. Considera que Díaz Cid representó la ultraderecha religiosa, pero en su afán de seguir sus ideas, ahuyentó de Puebla a varias familias judías, pues creían que los del FUA eran como nazis. Aceptó que las dos partes dividieron a la juventud poblana pero hoy en día cree que Díaz Cid "genuinamente reflexionó" ambos lo hicieron y ambos "avanzaron". "Había mucha violencia la cual explotó el 26 de abril de 1961, pues dos años antes había ganado Fidel Castro, lo admirábamos porque había derrotado a los gringos pero finalmente dijo que era comunista y nosotros no lo éramos. Sólo nos gustó que mostrara que Estados Unidos no era invencible. En ese abril hubo una manifestación de no más de 20 en el Zócalo a favor de Cuba. Manuel dijo que ellos iban a hacer otro mitin contra el aumento de las tarifas eléctricas cuando los encontraron, pero la realidad es que ellos llegaron en camiones, se bajaron y se tundieron a todos. Llevaban macanas, iban preparados. Al día siguiente nos reunimos en el Zócalo con nuestros compañeros 'madreados' y nos dieron cuerda, fuimos al Carolino y gritamos: 'ocho, ocho, ocho, queremos sangre de mocho'. Llegamos al Benavente y estaba el Ejercito cuidándolos, por ordenes de Ramón Rodríguez Familiar, había peleado en la Guerra Cristera, un tipo sumamente abusado, no era un militar clásico y Enrique Cabrera Barroso, líder estudiantil universitario, que luego fue asesinado habló con él, le contó que un día antes les habían pegado y nos dejó aventarles piedras sólo por cinco minutos, todo era de piedra, sólo pudimos romper unos vitrales", narró. Después de ese evento pasaron varios incidentes de violencia y de confrontación de ideas hasta que llegó al gobierno del estado, Aarón Merino Fernández, a quién describió como un representante de primera, dialogó con ambos lados, entró una época de paz y se creó la Ciudad Universitaria. "Puedo decirte que Merino Fernández era listo, llegaban los del FUA y ponía cruces en su oficina, llegábamos nosotros y ponía al Che Guevara pero eso ayudó (…) Creo que las últimas veces que vi a Manuel ya pude considerarle amigo, recibimos desde hace 10 años llamadas de atenciones, pudimos hablar francamente y aunque hay cosas que los dos no aceptamos aunque llevábamos periódicos y evidencias, sí lo considero una persona que supo aceptar sus errores. La vejez nos da esa sensibilidad, los adultos mayores nos damos cuenta que tenemos errores, errores de juicio y no nos queda de otra más que pedir disculpas, por eso estuve en su último homenaje, pero para eso pasaron muchas cosas", concluyó. (function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0];if(d.getElementById(id))return;js=d.createElement(s);js.id=id;js.src='https://embed.playbuzz.com/sdk.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}(document,'script','playbuzz-sdk'));
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