Puebla, origen y destino de la trata de personas

México ocupa el quinto lugar a nivel mundial en trata y tráfico de personas. Hay 47 redes de delincuencia dedicadas a la trata y Puebla es un estado de origen, tránsito y destino de este delito; por tal motivo, Centro Anthus presentó su casa de transición, espacio donde las víctimas acuden cuando terminan su proceso de ayuda, se les da seguimiento psicológico, terapéutico y hasta jurídico. En este lugar también habrá oficinas de prevención y un espacio de talleres.

Anthus es una organización sin fines de lucro, orientada a la prevención, la asistencia y apoyo a víctimas de Trata a través de un modelo integral. Mientras que, el refugio Casa Anthus es un modelo que aplica las mejores prácticas de refugios nacionales e internacionales en materia de atención.

La directora general y cofundadora de esta asociación, Mariana Wenzel González dijo que, en esta primera etapa serán 11 mujeres la que tendrán los servicios de la casa y el apoyo también será para sus hijos e hijas, en caso de que tengan. La organización ya va a cumplir cinco años y a lo largo de este tiempo, se han apoyado a más de 58 mujeres, además de sus comunidades y familiares.

Las mujeres beneficiadas tienen un rango de edad entre 15 y 20 años aproximadamente. Refirió que el estado de Puebla, sigue considerado como foco rojo en la trata de personas y está dentro del top cinco de estados con mayor índice de casos. En suma, es calificado como una entidad de tránsito, de origen y destino, es decir, que llegan víctimas de otros estados, de Puebla salen a otros lados para ser víctimas y pasan las rutas migratorias hacia otras entidades.

Wenzel González ya había mencionado que 61 por ciento de las mujeres atendidas por el albergue Casa Anthus, enfocado a víctimas de trata de personas en Puebla, eran originarias de la propia entidad, el resto provienen de Chiapas, Tlaxcala, Guerrero, Estado de México, Veracruz, Tabasco y Oaxaca. Agregó que de las poblanas a quienes se les brindó ayuda en los dos primeros años, 33 por ciento eran de la capital y el resto de otros lugares del interior como la comunidad de La Ceiba y el municipio de Huachinango; en 2017 se les sumaron habitantes de Tulcingo del Valle y Cuatlancingo.