Recuerdan a los que se fueron en Panteón Municipal

Con lágrimas en los ojos, Guillermo Reyes lamentó no encontrar la tumba de su padre fallecido hace 64 años, pues viajó de la Ciudad de México a al Panteón Municipal de Puebla sólo para pasar un tiempo con su progenitor, "así me vine y así me voy".

Compartió que desde hace muchos años no viajaba a la capital poblana a ver su padre, "la última vez que vine fue en un Día del Padre". Aquella tarde, sus sobrinas le colocaron un ramo de flores; pero este año se sintió preocupado por no encontrar la tumba, pese a que había colocado una cruz de cemento para identificarla.

"Ya estaba un poco viejita, pero aun así se veía", lamentó. "Ando buscando por familia Reyes o por familia Vargas, pero nomás no doy".

Como el oriundo de la capital de México, cientos de familias se dieron cita en el Panteón Municipal para recordar a sus familiares y amigos fallecidos.

Afuera del panteón un extenso número de comerciantes ofrecían desde velas, hasta cigarros; pero lo más buscado eran los arreglos florales y ramos de cempasúchil, cuyos precios iban desde los 15 hasta los 360 pesos.

Desde tempranas horas, una gran multitud abarrotó la entrada principal con flores de diferentes colores, herramientas de jardinería y cubetas para agua, para arreglar las tumbas de sus seres queridos.

Dentro del recinto sagrado, familiares colocaron altares en marco al Día de los Muertos. Mientras que al fondo, una agrupación de mariachis acompañó a los presentes y sus fieles difuntos.

Por su parte, el Ayuntamiento de Puebla informó que llevaron acciones para prevenir riesgos y brindar servicios adecuados durante el 1 y 2 de noviembre. Las puertas del panteón estuvieron abiertas desde las 8 hasta las 19 horas.