Ni en las escuelas se está a salvo de la violencia
En el llamado Triángulo Rojo, maestros han tenido que solicitar su cambio de adscripción
"Abajo", dice una persona que se encuentra al interior de una de las aulas de la escuela primaria Miguel Hidalgo, mientras se escuchan las primeras detonaciones. En el patio, decenas de personas buscan protegerse de las balas tirándose al suelo, escondiéndose debajo de las mesas que ese día estaban puestas para la graduación de los niños. Cuando las cosas parecen haberse calmado y mientras los asistentes comienzan a pararse, la refriega al exterior del edificio se intensifica. Este suceso, difundido a través de un video en redes sociales, cobró la vida de dos policías en el municipio de Guadalupe Santa Ana, en la región de Acatlán de Osorio, tan sólo una muestra del ambiente de inseguridad que se vive en las escuelas poblanas y sus alrededores. Balaceras, cobro de derecho de piso a las autoridades educativas y asaltos en las cercanías, son algunos de los peligros a los que se enfrentan estudiantes, maestros y padres de familia. #Lamentable Así fue la balacera ocurrida en Guadalupe Santa Ana durante una ceremonia de clausura de una escuela primaria. El saldo fue de al menos 3 personas fallecidas. #Puebla pic.twitter.com/cAtnKqsdSa - Itzel Valencia Alarid (@itzivalencia) 6 de julio de 2019En el llamado Triángulo Rojo, maestros han tenido que solicitar su cambio de adscripción. Durante una manifestación en marzo de 2018, los docentes solicitaban al entonces gobernador Antonio Gali Fayad, mayor seguridad, pues al ubicarse en la ruta de trasiego de combustible robado, los grupos delictivos habían llegado al punto de extorsionarlos a cambio de no agredirlos a ellos ni a sus alumnos. Al comparecer ante el Congreso en diciembre, el ex secretario de Educación Pública, Ignacio Alvízar Linares, reconoció que ese año habían recibido más de 25 solicitudes de cambio en zonas de mayor incidencia delictiva, como en la Sierra Norte, la Sierra Nororiental y Valle del Serdán. Lee: Balean en graduación de kínder; hay 5 muertos y varios heridosEl 30 de mayo pasado, la directora y los maestros de la escuela primaria 5 de Mayo en San Vicente Ferrer, Tehuacán, recibieron un sobre; era el segundo de este tipo. Al primero lo ignoraron, pero esta vez, el pánico se apoderó de los docentes, quienes llamaron al inspector. Un presunto cártel les exigía el pago de la mitad de su sueldo o de lo contrario, se atendrían a las consecuencias. En el municipio de Chiautla, en junio de 2018, la prensa daba cuenta de un episodio aún más escalofriante. Luego de recibir las amenazas de supuestos integrantes del cártel de los Zetas, cada uno de los 400 estudiantes de la primaria Mariano Matamoros, debía colaborar con cinco pesos para que su seguridad no estuviese comprometida. En otras instituciones, como en la Escuela Primaria Carmen Millán, donde los padres de familia exigen la destitución del director por diversas irregularidades administrativas -incluyendo presuntos robos de equipo de cómputo y lo que sería una falsa extorsión por 10 mil pesos como derecho de piso-, se empieza a decir que habrá balaceras, que llegará un cártel. En la Secundaria Técnica No 77 del municipio Cañada Morelos, además de las extorsiones, estudiantes y maestros sufren asaltos cotidianos e intentos de secuestro. Luego de que un profesor fuera despojado de su vehículo a las siete y media de la mañana en los primeros días de abril, sus compañeros colocaron algunas cartulinas en los barrotes de la entrada: "Los profesores de esta escuela exigimos seguridad. #Apóyanos". Hace una semana exactamente, este diario relataba el caso del barrio de Santiago Mihuacán, en Izúcar de Matamoros, donde tan sólo en el mes de junio, tres jóvenes fueron despojados de sus pertenencias a unas cuadras de la Universidad Tecnológica (UTIM). Dinero en efectivo, celulares, tablets y laptops, dijo el inspector, son los objetos más sustraídos por los asaltantes. |