Fue horrible, aunque tuve mucha suerte: Víctima de robo

"Fue horrible, me acuerdo y digo 'Dios que no vuelva a pasar'", cuenta Ana Gómez, trabajadora social, quien hace algunos años fue víctima de robo a vehículo. Era el primer auto de agencia que se compraba, gracias a la jubilación que le dieron del Hospital Universitario luego de 25 años de trabajo.

El robo ocurrió a primeras horas del día en el Hospital General del Norte, donde meses antes comenzó a laborar. Se percató de lo sucedido al salir a buscar unos papeles que había dejado en el coche; presionó en varias ocasiones el botón de alarma del llavero, pero no se escuchó respuesta alguna. Un día antes -se acuerda-, traía en la guantera el dinero de la colegiatura de la universidad de su hijo. "Tuve mucha suerte," asegura.

Tras el hurto, regresó a su casa por los documentos del seguro, momento en que empezó "otro viacrucis".

El proceso de denuncia, la ratificación de su declaración ante la unidad especializada en la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacán, los rondines por los corralones públicos y los trámites ante la aseguradora duraron más de treses meses, tiempo en que tuvo que ingeniárselas para ir y volver del trabajo, valiéndose de aventones de sus compañeros por la mañana, pero siempre regresando más tarde de lo habitual por las tardes.

Aunque en un principio se mostraron comprensivos con su situación, sus jefes empezaron a dejar de consentirle que se saliera de sus horas de trabajo para dar seguimiento a su caso, por lo que su hermana se avocó a tratar con la aseguradora. Cuando por fin le dieron un papel donde se hacía constar que al auto no había aparecido, la empresa le dio los 40 mil pesos del seguro, menos de la mitad del valor del coche, un Tsuru 2009. "Estaba nuevo, no tenía ni 64 mil kilómetros recorridos," se lamenta.

No sería la última vez en que Ana se vería en una situación similar. Años más tarde le robarían las llantas, y a inicios de este año le sustraerían de la cajuela la llanta de repuesto junto con las pertenencias e identificaciones de su hijo; esto mientras comían en un restaurante del bulevar 5 de Mayo.

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Los costos del agravio

¿Encontrado un coche robado, termina el viacrucis? No siempre. De acuerdo con la Ley de Ingresos del Estado 2018, por concepto de traslado o custodia por elemento policial al depósito de la Fiscalía General del Estado (FGE) de un vehículo asegurado, con equipo de grúa dentro de la Zona Metropolitana (maniobra simple), deberán pagarse 350 pesos por motocicletas, y 630 pesos por automóviles, SUV o camionetas. Tratándose de camionetas de carga de hasta 3.5 toneladas, autobuses y camiones, los precios varían entre 700 y 2 mil 195 pesos.

Si la unidad estuviese quemada, volcada, sin llantas, o fuese un remolque o semirremolque sin patines o sin ejes, el costo de traslado alcanza los 17 mil 860 pesos. Si se necesitase de una maniobra especializada en vehículos con carga, con peligro de volcadura o volcados fuera del camino, o ubicados en zonas que impiden el acceso a la grúa, el precio es de 32 mil 835 pesos. Los servicios de grúas particulares deberán sujetarse a estas mismas cuotas.

En el caso de resguardo de vehículos en los encierros de la Fiscalía, se pagará diariamente 42 pesos por automóvil, SUV o montacargas; 80 pesos por camioneta de carga de hasta 3.5 toneladas, microbuses y otras unidades similares; 100 pesos por autobuses; 115 pesos por camiones de 2 o 3 ejes de hasta 12 toneladas; 125 pesos por camiones de 4 o 5 ejes; y 145 pesos por camiones de 6 a 9 ejes.