Demandan a 34 dependencias por incumplir saneamiento del Atoyac

La organización civil Dale la Cara al Atoyac interpuso en 2017 un amparo por incumplimiento de responsabilidades

Son 34 las autoridades que están bajo un proceso de demanda a través del amparo que interpuso la organización civil Dale la Cara al Atoyac por incumplimiento de sus responsabilidades en el saneamiento de la cuenca.

Entre éstas se encuentran municipios de Puebla y Tlaxcala, sistemas operadores de agua e instituciones federales como la Comisión Nacional del Agua, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

A la par de la demanda, precisa Violeta Trinidad, directora de la organización, se emitieron las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). "Nos está avalando porque al final estamos pidiendo lo mismo, que la cuenca se sanee a través de los únicos recursos que hemos encontrado: los jurídicos, la vía legal."

El amparo, interpuesto en 2017, se detuvo durante dos años por falta de publicidad en los títulos de concesión. Sin embargo, el proceso continuó tras la entrega de muestras de calidad de agua que se tomaron en noviembre pasado, y serán presentadas ante un juez federal de la Ciudad de México -los peritos se encuentran revisándolas-, para corroborar que la cuenca sigue contaminada.

Lo que se busca con este amparo es un plan de regeneración y remediación de la cuenca -además de los cuerpos de agua, la flora y la fauna- que vaya más allá de la firma de acuerdos y que comprenda los tres niveles de gobierno. "Se han firmado convenios desde hace 30 años y no se han cumplido."

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Más que industrias y desechos humanos

Más que atribuir directamente una responsabilidad a los residuos humanos, que generan 70 por ciento de la contaminación de la cuenca, asegura Violeta Trinidad, o a las actividades industriales (25 por ciento) o la agricultura (5 por ciento), lo que se tienen "son muchos problemas en uno".

No se trata solamente de replicar casos de éxito como el de Hamburgo, que pudo recuperar un río tóxico y muerto en cinco años, sino de saber que más allá de la conciencia que se pueda generar en el usuario -que se la pensará dos veces antes de alimentar una industria textil que utiliza miles de litros de agua- son los municipios, los estados y la Federación los que deben "tomar las riendas (del asunto), poniendo plantas de tratamiento adecuadas".

Para Violeta Trinidad y la organización Dale la Cara al Atoyac, son las autoridades quienes deben limpiar el río, revisar minuciosamente a las 8 mil empresas que no cumplen con la norma y a las 300 "empresas" clandestinas -entre las que se incluyen talleres mecánicos, estéticas y fondas- que han sido denunciadas.

Son quienes deben tomar en cuenta los análisis científicos que indican que los niveles de arsénico y coliformes fecales están 300 y 900 veces por arriba de los parámetros, y asegurar que el padrón de usuarios está actualizado, que los recursos están bien etiquetados y que las empresas que cobran por saneamiento tengan plantas funcionales.

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