Nuestro trabajo es insistir: Familiares de desaparecidos

La búsqueda con vida —que no deja de ser importante—, se ha ido posicionado en los últimos años mediática y políticamente

"Si no tenemos acceso ni a la verdad ni a la justicia, encontrar a nuestros desaparecidos va a ser muy difícil", asegura Jocelyn Orgen, fundadora de Familiares en Búsqueda María Herrera y de la organización Uniendo Cristales AC.

Para ella, la búsqueda con vida -que no deja de ser importante-, se ha ido posicionado en los últimos años mediática y políticamente, por lo que la búsqueda en terreno, en fosas clandestinas y sitios de inhumación, ha pasado a segundo término. "Para nosotros eso sería borrón y cuenta nueva. Si hay gente en fosas clandestinas, tenemos derecho a la verdad."

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A decir de la también organizadora de la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, el que las familias salgan al campo, a los cerros y en algunos casos puedan encontrar a sus desaparecidos, les ayudará a cerrar esos círculos de sufrimiento, frustración e incertidumbre que provoca no sólo saber en dónde están, si no a ver que las investigaciones no avanzan. Mientras las familias sigan sin tener al menos la oportunidad de hacer una búsqueda más extensa, "esa herida seguirá abierta; son pequeñas células de cáncer que no permiten aliviar el dolor". 

"Yo lo que quiero es que se aproveche esta búsqueda (en Tulancingo, del 19 al 23 de agosto) para que otros familiares se integren y sigamos construyendo lazos". La experiencia que tienen como organización esperan compartirla con el colectivo Voz de Los Desaparecidos, con quienes también esperan ir construyendo un registro más puntual de fosas clandestinas y sitios de inhumación, ya que por el momento sólo tienen algunos indicadores locales donde presuntamente se encontrarían cuerpos enterrados; la dinámica y magnitud estatales aún les escapa.

Poco se puede esperar de la comisión

El caso del padre de Jocelyn, que forma parte de la Fiscalía de Desaparecidos de la Ciudad de México, ha tenido mayor acompañamiento por parte de la Comisión Nacional de Búsqueda, modelo al que una Comisión Local de reciente creación como la estatal aspiraría. 

Sin embargo, fuera de las mesas de trabajo -en las que tienen la mejor disposición, asegura Jocelyn-, la relación ha sido bastante complicada. "Siempre salen con que no tienen presupuesto, con que no tienen internet." Aunque tengan la mejor de las voluntades -agrega-, su limitado presupuesto les impide ir más allá.

Poco puede esperarse entonces de las comisiones locales, que con un presupuesto de 11 millones de pesos -máximo, según lo detallado por la comisionada nacional Karla Quintana en su último informe- debe hacer frente a una realidad que les sobrepasa. "El trabajo de las familias es seguir haciendo presión a las autoridades. El decreto para Puebla ya está, pero tenemos que seguir insistiendo."

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