En Huauchinango, uno de los municipios en los que se detonó de forma reciente el fenómeno de las desapariciones, se llevó a cabo el primer foro itinerante; el próximo tendrá lugar en Palmar de Bravo el 16 de agosto. Esto con la intención de desinhibir el subregistro de la Fiscalía General del Estado, que sólo cuenta 2 mil 073 casos de desapariciones por carpetas de investigación iniciadas.

A decir de la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso del Estado, Estefanía Rodríguez, se intenta que la atención no se centre únicamente en un lugar, sino que vaya recorriendo el interior de la entidad, para que las personas que aún no han denunciado la desaparición de uno de sus familiares o cuyas investigaciones siguen trabadas, puedan acercarse a los colectivos. 

Lo anterior se debe, asegura el asesor jurídico de uno de los colectivos, Gabriel Hernández, a la respuesta de las autoridades, quienes suelen cuestionar de forma negativa a los familiares, "responsabilizando a los desaparecidos de su propia desaparición".

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Patricia Solís, quien busca a su hermano Aurelio desde 2016, ha sufrido de estos malos tratos, incluso de colectivos de desaparecidos que "te ven con un signo de pesos, porque te ven como un método para obtener dinero, recursos", cuestión que cambió al acercarse a la Voz de los Desaparecidos. "Yo había perdido la fe en las autoridades, en las personas, en los movimientos."

A lo primero que se enfrentó tras la desaparición de su hermano fue a las respuestas recurrentes: "que mi hermano andaba en cosas malas, que si yo no sabía, que si yo no estaba enterada", aunque una de las situaciones que más le duele es la diferenciación entre las víctimas, pues mientras no se trate de una desaparición que pertenezca al fuero federal, es decir, que ya sido ejecutada por una autoridad o con la certeza de que "se lo llevó un comando armado", sólo pueden irse ayudando "con lo que los colectivos te puedan apoyar".

Los familiares cuyos desaparecidos se inscriben en el fuero federal, además de tener un folio del Registro Nacional de Víctimas (Renavi), asegura, "gozan de muchos privilegios", como apoyos económicos, médicos, psicológicos y de traslado por parte de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas. Si no es el caso, "con la pena, no vas a recibir apoyo"; en Huachinango los apoyan con traslados "pero no es lo mismo", de ahí la invitación que hizo a los presentes para ayudarse mutuamente.