Recibe Barbosa bastón de mando

"Soy hijo de indio e india", reconoció el gobernador Miguel Barbosa Huerta, momentos antes de iniciarse la entrega de los bastones de mando de las comunidades indígenas y pueblos originarios. Entre flores y copal, el mandatario recibió además dos cartas del presidente Benito Juárez y el general Ignacio Zaragoza, mismas que dan cuenta de la importancia de los pueblos que participaron en la Batalla del 5 de Mayo.

Luego de saludar a los cuatro rincones del universo, en lengua náhuatl pero también en totonaco y mixteco en otros momentos, los representantes de las comunidades pidieron "por la conciencia de nuestros gobernantes".

"Señor Huitzilopochtli, pon en el corazón de cada funcionario, respeto y honorabilidad. Honra con tu presencia al corazón de cada uno de los gobernantes, y protégelos también", dijo una de las representantes al dirigirse al rumbo del Sur.

Al recibir el bastón de mando, Barbosa aseguró que su ungimiento como gobernador tiene que ver con una serie de agravios acumulados, por lo que en su primer mensaje de gobierno ante las clases populares y los pueblos originarios, dijo no estar satisfecho con los resultados, pues existe aún una gran parte de la población que se siente abandonada por sus autoridades.

"Tenemos que provocar la participación de la sociedad, la inclusión en todo lo que ello significa: la protección de los grupos vulnerables, la tolerancia, el respeto a la crítica, y crear condiciones para que, en Puebla, por primera vez, se viva en una sociedad de libertades, de derechos", aseguró.

Así como lo hizo durante la toma de protesta en el Congreso del Estado y posteriormente en el mensaje del Auditorio, Barbosa Huerta reiteró que encabezará un gobierno para todos, pero sobre todo "para los desposeídos, para aquellos que están alejados de las condiciones que les permitan tener los satisfactores de una vida digna".

A decir del gobernador constitucional, no había mejor forma de cerrar la jornada que con el contacto con los pueblos originarios, por lo que se comprometió a trabajar desde el Instituto de Pueblos Originarios, Pueblos Indígenas y Lenguas Maternas -que se instalará en la antigua Casa de Gobierno-, para preservar su cultura, su lengua y sus tradiciones. "Vamos a reinsertarlos al progreso, no integrarlos, pues esa palabra destruye su originalidad; no borraremos lo que son".

Una de sus principales apuestas para lograr dicha reinserción es el apoyo al campo, enmarcado en el Plan de Desarrollo Regional Estratégico que para esta administración tomará en cuenta 22 nuevas regiones con características territoriales, demográficas, climáticas y productivas diferentes. Los recursos que se destinen a este rubro -que estaban en el orden de 0.25 por ciento del presupuesto- "serán los necesarios".