Cruz Roja, ejemplo de asistencia humanitaria

Los voluntarios han logrado formar parte de un gran movimiento internacional que brinda ayuda

Cuando Jesús Soto, coordinador estatal de voluntariado de la Cruz Roja, leía las frases que la gente escribía sobre los víveres que llegaban al centro de acopio en los primeros días del sismo del 19 de septiembre, el corazón se le “calentaba”; de pronto, dos horas de sueño eran suficientes para seguir adelante.

“Tú eres el intermediario, no se vale que te canses, hay que echarle para adelante,” dice en entrevista.

Es con esta ayuda que llega como un aliento, pero también en especie y hasta en horas-hombre, “la población afectada puede encontrar la fuerza para salir de la crisis”, refiere Jesús al hacer un recuento de las acciones que la Cruz Roja de Puebla realizó desde los primeros momentos del desastre, incluyendo a grupos de voluntarios que se adentraron en la Mixteca o que auxiliaron a otras Cruces Rojas locales.

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Me tocó desplegar a unos chicos en Tetela del Volcán, por un retén civil que impedía que la ayuda humanitaria llegase desde la Ciudad de México.”

Cuando apenas se estaba instalando la carpa del centro de acopio por el terremoto de Chiapas —que también dejó graves afectaciones en Oaxaca—, ocurrió el sismo de 7.1 grados en Axochiapan, Morelos —en los límites de la entidad—, afectando principalmente a los municipios de Izúcar de Matamoros, Chietla, Atlixco y Puebla.

En lo que posteriormente sería considerado un operativo histórico por la Cruz Roja Mexicana, se brindaron más de un centenar de atenciones prehospitalarias en los primeros minutos, y se instalaron 17 centros de acopio y un centro de alojamiento temporal en las siguientes horas.

En total se recibieron 969 toneladas de víveres, 287 toneladas de agua y 183 toneladas de ropa, ayuda humanitaria que fue entregada a 112 comunidades a través de 55 mil 344 kits del 19 de septiembre al 24 de octubre.

Aunque tendemos a ubicar a la Cruz Roja exclusivamente por sus servicios de emergencia, la organización forma parte de un gran movimiento internacional humanitario que se conformó desde el siglo diecinueve, al punto que hoy tiene presencia en 191 países del mundo. En México se fundó en 1910, pero desde hace una década ha alcanzado un nivel de profesionalización nunca visto.

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