Agencias | Les habían dicho que recibirían un correo con la programación de materias, el cual nunca llegó Un día la educación a distancia dejó de existir: Ex alumnos IEDEP
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Luis y Valeria estudiaban el bachillerato en línea hasta que el Instituto de Educación Digital del Estado de Puebla (IEDEP) dejó de tener contacto con ellos
Luis y Valeria estudiaban su educación media superior de manera presencial hasta que les contaron sobre la posibilidad de cursar el bachillerato a distancia. “Estaba muy bien porque teníamos profesores de la UNAM, nos daban clases con el mismo plan de estudios que otras prepas de la universidad y los maestros te asesoraban y te orientaban en todo momento.”
A diferencia del sistema abierto —donde te las arreglas tú sólo, relatan—, el bachillerato en línea les ofrecía un contacto directo con sus asesores, tutores y maestros, con los que se tenía incluso videollamadas y foros con otros compañeros.
Luego de los tres meses que dura el curso propedéutico de la plataforma b@unam, los jóvenes dejaron de tener contacto con el Instituto de Educación Digital del Estado de Puebla (IEDEP), el cual nunca les contestó sus llamadas, por lo que acudieron a las oficinas para saber por qué, pues después de haber aprobado con excelentes notas el curso preparatorio, no habían recibido más instrucciones.
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“Habíamos puesto toda nuestra confianza en una modalidad que nos aseguraban no tenía fallo, que era confiable, y nosotros confiamos y decidimos salirnos de la escuela presencial para estar en ésta.”
Les habían dicho que recibirían un correo con la programación de materias, el cual nunca llegó. No sólo fueron ellos dos, al menos otras 40 personas que crearon un grupo de WhatsApp para estar en contacto y finalmente estar atentos sobre nueva información disponible, se encuentran en el mismo escenario; incluyendo hombres y mujeres adultos (con hasta 40 o 50 años), que querían concluir sus estudios pendientes. “Así se nos fueron casi tres meses hasta que nos dijeron que se había terminado el convenio, que esa modalidad ya no iba a existir.”
A quienes aprobaron el propedéutico se les ofreció cambiarse al sistema abierto, pero como dicen Luis y Valeria, no es lo mismo, pues no responde a sus necesidades.
“Ya no es con la UNAM, que es lo que más nos emocionaba. Habíamos puesto nuestra confianza, y al ver que de repente lo cerraban, sí nos hizo perder un poco la fe en estas instituciones.
