La intención del programa —continuó— es que todos los poblanos sean conscientes de que en Puebla hay gente que padece hambre, que la ubican en el quinto lugar nacional. “La conciencia y la compasión son muy importantes, pero también queríamos gente con acción,” acota, al referirse a todos los donadores que se han ido sumando desde que comenzó el programa.

Puebla Comparte se enmarca en un objetivo más extenso, que es el Objetivo 17 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, que versa sobre las alianzas estratégicas. “Haciendo equipo podemos avanzar,” dijo en referencia al trabajo conjunto con la Canaco, no sin antes hacer un llamado a las demás cámaras empresariales para que se sumen.

Sobre las especies donadas, Miguel Rojas detalló que es sobre todo el arroz —pero también el frijol—, el contenido más básicos de una despensa. Además de que son artículos no perecederos, a través de la donación se garantiza tanto una fuente sólida de alimento proteínico, como la cobertura ante las variaciones recurrentes en los precios de venta de los productos. “El arroz que comparte Canaco va a llegar a cada una de las despensas, es el producto estrella.”