Si hubiese tenencia se podría amortiguar el alza en el pasaje: Ibero

El catedrático Miguel Calderón mencionó que los recursos de ese impuesto serviría para mejorar el transporte

“Con la eliminación de la tenencia se está premiando a los automovilistas, al transporte privado, cuando esos recursos deberían utilizar para mejorar el trasporte público”, aseguró el doctor Miguel Calderón Chelius, director del Observatorio de Salarios de la Ibero Puebla, para quien desde el Gobierno del Estado se envían todo el tiempo y de forma sistemática, estos mensajes que priorizan la movilidad particular.

 

De tener todavía el impuesto a la tenencia, refirió, se podría amortiguar el aumento al pasaje que se está terminando de negociar entre las autoridades y los concesionarios; incluso se podría generar subsidios que estuvieran enfocados en mejorar la calidad del servicio. Sin embargo, se prefirió aplazar un aumento gradual que no impactara tan bruscamente los ingresos de los trabajadores.

 

“Por supuesto que va a impactar. Es una pésima estrategia el que se permita que se acumule un rezago en el precio durante muchos años”, aseguró al detallar que la conformación socioeconómica de Puebla no está lista para un aumento de esta magnitud.

 

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En el estado, recordó, 90% de la Población Económicamente Activa (PEA) pertenece al sector informal; son salarios muy bajos, por lo que un aumento de dos o tres pesos por cada camión que tomen en el día, sí afectará los ingresos considerablemente. “No es sólo un tema de educación vial de los chóferes”, sino de una regulación efectiva, de seguridad, y de capacidad salarial del usuario.

 

A decir del académico, los gobiernos anteriores han querido “congraciarse con cierto sector de la clase media”, política que únicamente ha funcionado para vulnerar la capacidad de las personas. “Todos somos testigos de cómo se ha deteriorado la movilidad en la ciudad”, agregó, responsabilizando al aumento sostenido del parque vehicular en el municipio.

 

Aunque un metro no es la solución en este momento —como sí lo ha sido para Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México—, Calderón Chelius sostuvo que el actual sistema de transporte en la ciudad está mal diseñado. “Es muy malo, no hay suficientes carriles prioritarios”, dijo sin descartar un rompimiento paulatino del monopolio que tienen los concesionarios y hasta una difícil pero no imposible recuperación de servicio por parte del estado.

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