No existe una garantía de que con el traspaso del mando de seguridad de los municipios al gobierno del estado —estrategia anunciada en días pasados por el gobernador Miguel Barbosa Huerta—, los conflictos sociales, así como los índices de criminalidad se reviertan.

Luego de que la administración estatal anunciara los cambios de administración en materia de seguridad en Venustiano Carranza y Huixcolotla, es importante mencionar que dicho plan ya se ejecutó en gobiernos anteriores.

Hacia mediados de 2018, el otrora gobernador José Antonio Gali Fayad asumía el control de la seguridad de tres municipios: Chalchicomula, Tehuacán y San Martín Texmelucan; en Amozoc intervendría, pero de manera coordinada.

Los resultados al término del periodo previsto en el decreto, son al menos dispares, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), pues mientras que en la segunda mitad del año pasado tuvieron lugar sólo 35 por ciento de los robos a negocio con violencia en San Martín, también acontecieron 67 por ciento de los robos a vehículo en la misma subcategoría.

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Casos complicados

Miguel Barbosa aseguró que el caso de Venustiano Carranza “es complicado”, pues desde hace más de una década se habrían alojado bandas criminales en esta zona, por lo que fue necesario que la Policía estatal, el Ejército y la Guardia Nacional asumieran el control. Los delitos que más preocupan son el secuestro, el homicidio y el robo de combustible.

En Chalchicomula, que fue parte de la estrategia durante la administración de Antonio Gali, la decisión se tomó por el creciente número de ejecuciones, secuestros, robo de hidrocarburos y robo a transporte de carga y trenes; sin embargo, también se observan resultados irregulares.

Mientras que al asumir el control en junio se habían presentado cuatro homicidios dolosos, en los seis meses restantes ocurrieron siete eventos más por Carpetas de Investigación iniciadas. El robo a transportistas, por el contrario, tuvo una menor incidencia una vez cambiado el mando, con 38 por ciento de los casos registrados.

Aunque tenían diferentes fechas de inicio, los tres municipios cuyas funciones fueron ocupadas por el estado recuperaron sus facultades el primer día del presente año, tal como se indicaba en el decreto publicado.

En los casos recientes de Venustiano Carranza y Huixcolotla —en donde el propio presidente municipal pidió la intervención del gobierno estatal luego de que elementos de seguridad local estuvieran involucrados en un asalto—, aún se desconoce el tiempo que durará la intervención.

“El que sea necesario para establecer un cuerpo policiaco certificado y confiable,” dijo la Secretaría de Seguridad Pública del Estado respecto de Huixcolotla, donde se había detectado además que 48 policías carecían de licencia oficial colectiva para portar incluso sus armas.