Con una crítica abierta al ejercicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y en lo local a Miguel Barbosa Huerta, la exdiputada federal Roxana Luna Porquillo asegura que se encuentran lejos de representar a la izquierda.

Por eso, afirma, al interior de su partido, el PRD, trabajan en un proceso de reestructuración que los lleve a constituirse en un instituto de centro-izquierda que sí trabaje a favor de la agenda que caracteriza a este tipo de posiciones políticas.

Luna Porquillo cree que en el país aún sigue vigente el modelo económico neoliberal y que los cambios referidos por el presidente son sólo discurso.

Mientras que en Puebla reprueba que el gobernador “regañe” a los presidentes municipales Claudia Rivera Vivanco y de Tehuacán Felipe Patjane Martínez, y busque en este último caso destituirlo.

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¿Qué se está trabajando al interior del PRD, de cara a los próximos años?

—El PRD se encuentra ahora en un proceso de reestructuración, vivimos una etapa complicada y no podemos renunciar a la autocrítica, muchos de los compañeros que militaban en el partido decidieron irse a Morena, y hoy el PRD se debe replantear qué hacer.

En esa coyuntura hizo un Congreso donde se decidió establecer los nuevos mecanismos de organización del partido; se plantea que el partido sea de centro-izquierda, con una política de socialdemocracia que ofrezca una nueva alternativa ante el momento que viven México y Puebla.

Apostamos también que haya una militancia nueva; en Puebla tenemos más de 40 mil afiliados nuevos, y a nivel nacional un millón 800 afiliados, y eso habla de que el PRD logró mantener un padrón medianamente competitivo.

¿Esa posición en la geometría política, la centro-izquierda, es viable?

—Sí, porque el nuevo gobierno (federal) llegó con un discurso de izquierda, pero sólo es un discurso, nos está dejando tema pendientes. Por ejemplo, la autonomía de los órganos, como es la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), porque como izquierda pugnamos por los órganos autónomos y que estaban debidamente representados por la lucha de los ciudadanos.

Hoy vemos que se pretende concentrar un poder y eso no es la izquierda, la izquierda habla de los equilibrios y fortalecimiento de instituciones como un mecanismo de generación de transparencia y rendición de cuentas.

¿Futuro 21 es parte de esa transformación del partido?

—Hay que recordar que los partidos son un instrumento de la sociedad, y el PRD decidió poner a discusión una nueva plataforma ciudadana, y quienes llegaron a esa convocatoria son ciudadanos de diferentes expresiones políticas y decidieron denominarse Futuro 21.

El PRD dijo ‘está bien’, construyan, pero la última decisión la tiene el partido, y hasta este momento lo que se aprobó es que se iba a dejar un porcentaje (de participación) para esos ciudadanos, y todavía no se termina de discutir si se cambia el nombre (del partido), pero debemos estar abiertos a la posibilidad de reconstruirnos en su totalidad.

¿Qué tanto está, cerca o lejos, la definición respecto al proyecto de Futuro 21?

—Estamos a poco tiempo porque para el mes de enero el PRD está planteando la renovación de la dirigencia estatal, y creo que previo a eso está abierta la puerta; ya veremos hasta dónde se puede consolidar esa nueva propuesta.

¿Cómo observas el desarrollo del gobierno federal y estatal, ambos emanados de Morena?

—Veo preocupación porque siguen pendientes varias agendas. Vemos que la desigualdad sigue siendo la misma, que se apostó a concentrar el poder. Y la seguridad, el tema más fundamental para el país, sigue siendo el dolor de cabeza de los ciudadanos.

Creo que la Guardia Nacional no ha logrado un resultado eficaz. Urgen estos resultados porque hoy tiene una mayoría Morena, y creo que no existe una política clara en el combate a la delincuencia.

Tenemos el mismo modelo económico con el que gobernó el PRI y el PAN, que sigue vigente…

¿No ves ninguna modificación en ese rubro?

—No, seguimos con el mismo modelo económico, político, neoliberal…

¿El discurso de que se acabó el neoliberalismo es eso, un discurso?

—Claro, el staff de asesores del presidente está compuesto por los grandes señalados, como la mafia del poder.

¿Y en Puebla?

—En el caso de Puebla, la verdad es que veo a un gobernador que no respeta a sus municipios. Creo que exhibir a los presidentes (municipales) como si fueran sus hijos no habla de un respeto que se merecen las autoridades. No queremos que regañe, queremos que gobierne.

Me preocupa esta amenaza que se hace de parte de un Ejecutivo de poner a la institución de impartición de justicia para sacar a un presidente municipal, pero eso cuestionábamos a Rafael Moreno Valle, y hoy vemos que se pretende hacer lo mismo. El otro lo amenazaba, hoy creo que lo van a hacer.

¿Este es el estilo de gobierno de la 4T?

—Sí, pero además hoy veo una campaña más violenta hacia las mujeres; puedo criticar su forma de gobierno de la presidente (de Puebla), pero es un hecho de que los primeros que empiezan la campaña de violencia es su propio equipo político.

¿Y qué ves que está pasando en Puebla?

—Son varias cosas. Uno, que los programas se están ejecutando para las políticas del gobierno federal, pero lo otro son los actos de corrupción entre quien sucedió, de quien estuvo en el gobierno interino, porque se dice, se habla de que ya no hay dinero, pero no vemos sanciones, y mientras no haya sanciones se vuelve un caso de corrupción.

Otra cosa que podemos ver, esto que no era tan necesario, el asunto de quitar todo los logotipos del gobierno pasado, ¿eso es lo que quiere la ciudadanía? No sé cuánto costó el retiro de los logotipos, pero habría alcanzado para pavimentar o bachear una calle.

¿Ves que hasta ahora se privilegió lo cosmético por encima del fondo?

—Sí, se llegó con un discurso de un Congreso de izquierda, pero cuando se presenta la iniciativa del derecho a decidir sobre el embarazo, vemos un Legislativo más conservador de lo conservador.

Rumbo al año 2020, ¿qué rubros debieran ser los más importantes en materia presupuestal?

—Seguridad, educación y salud, creo que son las tres áreas más demandantes por la ciudadanía y que se tienen que atender de manera inmediata. Vemos municipios en donde sólo hay dos patrullas; pongo el ejemplo, en Azumiatla apenas y tienen una, y la población ya es de más de 5 mil habitantes.

En lo personal, estamos lejos de los tiempos electorales, pero en política siempre está presente, ¿estás pensando en un puesto de elección popular?

—Estoy pensando en seguir construyendo el partido como un instrumento necesario de oposición de este país (…) En este momento no creo. Sí pienso que tengo una responsabilidad porque he decidido hacer política; mi responsabilidad histórica y personal de seguir apoyando a quien me lo pide.