Imposible costearse tratamiento contra el VIH sin la cobertura del estado

La Asociación Civil “No Dejarse es Incluirse” indica que solo los adscritos a IMSS, Issste, Issstep, Sedena o Pemex tienen acceso gratuito al tratamiento

Si el Estado no cubre de forma integral la atención médica a personas diagnosticadas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), es muy poco probable que éstas puedan solventar con sus propios medios un tratamiento; tan sólo en el primer mes, les significaría más de 20 mil pesos.

Onán Vázquez, vocal titular de Consejo Estatal para la Prevención y Control del VIH/Sida, y presidente de la Asociación Civil “No Dejarse es Incluirse”, refiere que necesitan saber a qué servicio de salud están adscritas las personas diagnosticadas; de esto dependerá el tipo de tratamiento al que tengan acceso.

Si cuentan con seguro médico provisto por el IMSS, Issste, Issstep, Sedena o Pemex, las personas con VIH tendrán su atención médica gratuita y de forma integral, que incluye la prevención de la manifestación de las llamadas “enfermedades oportunistas”.

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Ésta es la principal diferencia del Seguro Popular, ya que más allá del tratamiento antirretroviral, los laboratorios básicos, el conteo de CD4s (defensas que tenemos en el cuerpo) y la carga viral (cuánto del virus hay en nuestro organismo). El futuro ente para la Salud de Bienestar en 2020 no contempla la cobertura de enfermedades relacionadas con el VIH, como el citamegalovirus (CMV, por sus siglas en inglés), que ataca a los ojos —con probable ceguera–, y provoca diarrea y úlceras.

“Ahora que se va a poner en operatividad el Instituto de Salud para el Bienestar, no sabemos cuál va a ser el procedimiento; suponemos que será el mismo, pero hasta este momento no tenemos información de cómo va operar en Puebla”, dijo Onán Vázquez.

Si una persona decide atenderse de forma particular, el gasto sencillamente es muy difícil de solventar. Tan sólo por el tratamiento antirretroviral, el paciente tendría que destinar entre 8 mil y 10 mil pesos mensuales. A esto se les suman los estudios de laboratorios básicos, como un examen general de orina, de función hepática, de triglicéridos y otros exámenes sanguíneos complementarios.

Sin embargo, los estudios de carga viral y el conteo de CD4s son los que terminan por redondear la cifra: cada uno, de forma privada, representaría al menos 6 mil pesos. En el mejor de los casos, un gasto que ronda los 20 mil pesos en el primer mes; pero en lo subsecuente, la persona deberá destinar otros 8 o 10 mil pesos de forma mensual para el tratamiento antirretroviral, mismo que no podrá abandonarse si se quiere llegar al estadio en que el virus sea indetectable.

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