A la falta de políticas públicas se suma la discriminación que sufren, por la perspectiva heterosexista que prevalece en el discurso médico
En Puebla, 262 personas han sido notificadas con Sida en lo que va de 2019; 443 personas más, a decir del informe especial de Vigilancia Epidemiológica de VIH/Sida de la Secretaría de Salud federal, continúan registradas como seropositivos a VIH; es decir, que su carga viral no es significativa o se ha controlado. Sin embargo, refiere la doctora María del Rocío Pérez Bada, las mujeres están invisibilizadas de los registros, los servicios de atención y las políticas públicas, especialmente las mujeres que pertenecen a “sectores opacos”, como los denomina en sus avances de investigación presentados este martes en la mesa de análisis “Mujeres, VIH, Violencia Social y de Género”, en la Escuela Libre de Psicología. En su investigación, Pérez Bada asegura que aunque la prevalencia de VIH/Sida en hombres es mayor —88.16% de los casos de Sida y 85.77% de los seropositivos al VIH registrados en lo que va de año—, son las mujeres, y especialmente las mujeres bisexuales, lesbianas, trans y trabajadoras sexuales diagnosticadas, las que sufren en mayor medida de discriminación y violación a sus derechos humanos. También puedes leer: Entrega BUAP plaza definitiva a Beatriz Gutiérrez Müller“Algunas estadísticas afirman que 2 por ciento de estos sectores opacos tienen o han sido diagnosticadas con VIH, lo que nos da pistas sobre la atención, la prevención y el soporte emocional del que carecen estas personas,” sostuvo. A la connotación negativa que se tiene sobre quienes son diagnosticados con VIH/Sida —acusándolos de tener comportamientos “riesgosos”—, en el caso de las mujeres se suma el no entendimiento de la vía de transmisión o contagio, producto de una perspectiva heterosexista que impera en el discurso médico. “El argumento es muy sencillo: ¿cómo se van a contagiar las mujeres lesbianas si no tuvieron sexo con hombres?,” dijo sobre el sesgo que omite otras vías de transmisión entre las mujeres lesbianas, como el consumo de drogas inyectables o el haber sido víctimas de agresión sexual. Señaló, por otro lado, que en la literatura y las bases de datos consultados para su investigación, ha encontrado que la mayoría de las mujeres diagnosticadas con VIH/Sida son mujeres autodefinidas como heterosexuales que viven en una relación monógama y que por tanto no se explican el porqué del contagio. |