Exhibirán en otros países a empresas contaminantes

“Los últimos ocho días fueron un viaje en el tiempo, 60 o 70 años atrás, cuando en Europa no existían estándares ambientales y la gente moría por las mismas enfermedades que ahora en México,” dijo.

Se refiere a las enfermedades directamente ligadas a la contaminación que produce el desarrollo industrial, particularmente textil, automotriz y energético en el caso de Puebla; un desarrollo que infecta el aire e incluso las fuentes de agua de las comunidades. Leucemia linfoblástica, anemia, insuficiencia renal, cáncer y abortos espontáneos son algunos de los padecimientos que les fueron informados a través del Centro “Fray Julián Garcés” sobre la cuenca del Río Atoyac, que llega hasta Tlaxcala.

En su última parada, la Ciudad de México, los integrantes de la Caravana abordaron los casos de la Volkswagen, los 18 parques industriales construidos en torno a ésta, la industria de la mezclilla y los últimos accidentes (explosiones) en instalaciones de Pemex apostadas en San Martín Texmelucan.

“Lo que vi en estos días me impactó mucho. Volkswagen y otras multinacionales no solamente deben de respetar los estándares ambientales, si no también vigilar que contratistas los cumplan en los parques industriales”, dijo Peter Clausing sobre la expansión de las firmas alemanas Audi y Volkswagen, pero también de las 258 concesiones mineras que se han otorgado en la región, de acuerdo con la información provista por las organizaciones y comunidades que los recibieron.

Ralf Häussler, reverendo de la Iglesia Luterana en Alemania, también se comprometió a compartir esta información. “Vamos a transmitirla a las iglesias, a la sociedad y al gobierno para que ni las empresas alemanas, ni sus aliadas —las autoridades mexicanas— sigan destruyendo a la naturaleza, explotando a sus trabajadores y envenenando a la población.”