Con T-MEC, industria automotriz alcanzó su límite: UPAEP

Un académico de la UPAEP señala que con el T-MEC cierra el ciclo de oro de la industria automotriz.

Con T-MEC, industria automotriz alcanzó su límite: UPAEP
Agencias | Aseguran que el tratado impacta en la economía poblana. Con T-MEC, industria automotriz alcanzó su límite: UPAEP

UNA VEZ que se ratifique por las tres partes y entre en vigor el protocolo modificatorio del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), firmado en Palacio Nacional el 10 de diciembre, la industria automotriz instalada en Puebla habrá alcanzado su límite.

“Puebla debe abocarse a detectar qué ventanas de oportunidad se abrieron con el nuevo tratado. Con la industria automotriz ya perdimos, va a quedar limitado su crecimiento,” dijo Derzu Daniel Ramírez Ortiz, especialista en la región de Norteamérica y académico de la UPAEP, en conferencia de prensa.

Las nuevas reglas de origen para que los vehículos que sean exportados hacia Estados Unidos no sean sujetos de aranceles, a partir de la entrada en vigor del tratado que sustituirá al TLC de 1994, implican que cada auto que salga de una línea de producción poblana tenga al menos 75 por ciento de sus partes elaboradas en uno de los tres países; actualmente se requiere un mínimo de 62.5 por ciento.

También lee: Sale último modelo Golf del Parque Industrial Finsa

Aunado a ello, 40 por ciento del costo del vehículo deberá provenir de plantas que paguen a sus trabajadores al menos 16 dólares la hora, mientras que en un periodo de transición de siete años, 70 por ciento de las compras anuales de acero y aluminio tendrán que provenir de alguno de los países signatarios. En el caso particular del acero —quizá el punto más sensible de la negociación—, la primera fundición (los planchones) tendrá que hacerse también en la región.

Ramírez Ortiz concuerda con la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), que ya han salido a reconocer que este nuevo convenio implica todo un reto para México, pues supone el fin de la época de oro de la industria y del atractivo nacional basado únicamente en su posición geográfica, bajos salarios y normas laborales laxas.

“Se acaba la política mexicana de basar su competitividad en sueldos bajos. Habrá incluso empresas que van a decidir salir del país; pero eso es también algo bueno, ya que por fin podremos dar ese salto, pasando de ser una economía de bajos sueldos a desarrollar una política industrial de alto valor agregado y sueldos altos,” dijo el investigador.