Agencias | Militantes poblanos piden que Mario Bracamonte se pronuncie a favor de la renovación federal. Respalda Morena a dirigente interino
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Algunos militantes de Morena en Puebla dijeron que la renovación de la dirigencia no es una lucha por el poder entre dos grupos, como sostuvo la expresidenta Yeidckol Polevnsky
La llegada de Alfonso Ramírez Cuéllar como presidente nacional interino, aseguró un grupo de militantes de Morena en Puebla, pone a fin a un periodo de “desgaste innecesario” del partido.
“Esta decisión es acertada por parte de los consejeros, ya que el partido ha venido con un desgaste innecesario derivado de algunas malas decisiones por parte de algunos dirigentes”, dijo en conferencia de prensa Gerardo López Ramírez.
En su VI Congreso Extraordinario, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador eligió por más de mil 300 votos al diputado federal Ramírez Cuéllar.
En ese sentido, la militancia morenista poblana solicitó que el delegado especial con funciones de presidente de Morena en Puebla, Mario Bracamonte González, se pronuncie a favor de la renovación de la organización política federal.
También puedes leer: Sugiere Biestro depurar militancia de Morena“Su nombramiento es la posibilidad de que el partido retome el rumbo de ligarse a los movimientos sociales y desarrolle ya no solo en la cuestión electoral, sino también en el acompañamiento de las luchas”, dijo otro de los militantes.
López Ramírez, en contrasentido a lo que se ha manejado en medios nacionales, sugirió que la renovación de la dirigencia no es una lucha por el poder entre dos grupos, como sostuvo la expresidenta Yeidckol Polevnsky.
“Ella ha hecho un trabajo adecuado, pero es tiempo de que la dirigencia se renueve y de que se prepare el proceso electoral para elegir a nuestro próximo presidente para los próximos tres años y que con ello el partido se vuelva un brazo político acorde a la Cuarta Transformación (...) el partido no se ha comportado a la altura.”
En el caso de la administración municipal, los militantes insistieron en que la violencia y la percepción de inseguridad que se vive en la ciudad, no es una responsabilidad directa del gobierno emanado de Morena, sino de la herencia de las administraciones pasadas.
