¿Cuál es tu definición política en este momento?

—Yo soy integrante del grupo parlamentario del PES. Fui coordinador, pero provengo de toda la coalición; o sea, el PES es quien me propone en la coalición Juntos Haremos Historia y por eso yo tengo un compromiso personal con el partido Encuentro Social, pero somos parte, también, de un ejercicio un poquito más amplio.

¿El PES no es tu construcción como político?

—Es difícil decir decirlo así porque yo me considero una persona del centro, una persona ajena a los partidos. Yo, digamos, he impulsado los proyectos y las personas. En el caso particular de la coalición, si me dices ¿tú te identificas más con el PES que con los otros partidos? En algunas cosas sí porque el PES tiene una ideología más de centro, más liberal, más pro empresarial de la que tiene Morena, por ejemplo.

Pero, trato de no enrollarme a lo mejor tanto en los temas de los partidos —que a veces tienen como posiciones un poco dogmáticas— y al final ir por el tema, como dicen los americanos, de los issues.

Trabajaste en gobiernos priistas, panistas, y ahora en Morena ¿Has pensado afiliarte a algún partido político o quieres mantenerte en la misma posición?

Estoy muy cómodo en el grupo parlamentario del PES. Yo no tengo ahorita ningún plan como para moverme. Creo que el PES está como parte de la alianza del presidente, espero que esa alianza se repita en el 21 (2021), y mientras eso sea así yo estaré muy cómodo ahí. En este caso mi apoyo no es tanto para la coalición o para el tema de Morena, sino para el tema de las posiciones y del proyecto del presidente hacia el 21 (2021). Es donde yo me veo.

Si la pregunta va por si me cambiaría yo de partido, la verdad no es algo que yo esté pensando ahora.

Quizá el hecho de que yo haya trabajado con distintos partidos o gobiernos de distintos partidos, que tenga amigos en distintos partidos políticos, yo entiendo que a veces la gente dentro de los partidos lo puede llegar a ver como algo negativo, porque se ve como “oye por qué éste se va acá y luego acá y luego acá”, pero eso es más en actores de la política. Yo veo, y la realidad que nos ha tocado vivir es que los mexicanos de hace ya algunas décadas para acá van siendo menos partidistas o mucho más apartidistas y en las elecciones lo vemos: los mexicanos votan más por las personas y los temas, y yo creo que el hecho de tener aliados, amigos y conocidos en distintos grupos políticos, en distintos partidos o gente que ha estado militando o milita en distintos lugares, para mi es una fortaleza.

En lo personal creo que es algo que vamos a vivir hacia adelante, y a lo mejor quizá a partir del 24 en México, y yo creo que en Puebla lo vamos a tener que discutir: es a gobiernos de coalición, vamos a gobiernos donde se generen grandes consensos, en la multiplicidad de partidos.

A nivel nacional también va haber una gran cantidad de partidos. Hoy hay siete, más los nuevos que entren (…) a lo mejor en la elección de Puebla hay 13 partidos políticos. Entonces creo que el tema tiene que ser menos una discusión de partidos y el consenso de estos grupos, partidos y actores políticos en temas que lleven a unificar fuerzas, incluso para construir gobiernos de coalición.

¿Eso no generarían un desorden ideológico?

—No. Yo creo que la sociedad ve cada vez menos esos temas que llaman geometrías políticas de derechas o izquierdas, yo creo que va a la solución de asuntos de política pública.

Veo en el mundo cada vez menos gente hablando de derechas e izquierdas y veo más gente hablando de cómo solucionar los problemas y quizá más de esto que los españoles llamaron, o aquí que se llamó el tema del “pueblo y la mafia y el poder”, y en otros lados “la ciudadanía y la casta”.

Creo que los partidos se están enfocando en cómo resuelven las necesidades del pueblo y la ciudadanía está menos enfocada en ver si son de derecha e izquierda, por eso creo que hay gente muy valiosa en todos los partidos.

¿Te consideras víctima de esa polarización política?

—Esa es mi gran virtud, es además en lo que yo creo: a mi no me interesa si alguien es el PRI, es del PAN, es de Morena o es del Partido Comunista, mientras yo me pueda sentar. Creo que desde el poder, en muchos momentos hay ciertos actores de las cúpulas que eso lo ven mal. Yo lo decía en algún momento: yo siento que desde el espectro político, si vemos a Morena en un extremo y al PAN en otro extremo, y todo lo demás en medio, los que no me quieren, digamos, son los grupos radicales de ambos lados. Yo creo que hay grupos radicales, que por eso son radicales, porque además, digamos, no son abiertos a otras ideas y dentro de Morena hay esos grupos y dentro del PAN también.

Fuera de eso tengo una excelente relación con mucha gente de Morena, del PAN, del PRI, del PRD, de MC, y eso creo que es una virtud porque los partidos representan una parte de la sociedad. Si tu me dices: oye, ¿tú te vas a envolver en una bandera de un partido y representar una parte de la sociedad?, pues a mi no me interesa. A mi me interesa dialogar con todos.

¿Pero el PAN u otros partidos te han hecho invitaciones para que te sumes o afilies?

—No me han hecho ninguna invitación y tampoco la he buscado. No he estado en la búsqueda. Mi interés es trabajar en el proyecto del presidente, yo sí creo en el proyecto del presidente López Obrador más allá del partido Morena, y ya veremos. Si en algún momento dado variaran las condiciones del país o hubiera condiciones que me obligaran a algún otra cosa, en algún momento lo comentaré, eso no quiere decir que yo no tenga amigos en el PAN y en otros partidos. Si alguien desde la radicalidad dice ésta es mi verdad, está dejando parte de la sociedad fuera.