Desde que se empezaron a construir en 2014, diversas organizaciones manifestaron su rechazo a las ciclopistas en Puebla por el tema de viabilidad.

Quiénes atienden estos espacios normalmente son deportistas o las visitan recreativamente, aunque señalan que sienten temor de visitarlas debido a la seguridad.

Sin vigilancia en gran parte del recorrido, tanto corredores como ciclistas, temen atravesar las ciclovías de la ciudad, después de conocer casos en los que quiénes transitan por ellas son asaltadas, quiénes atienden el lugar prefieren no hacerlo por la noche, o muy temprano en la mañana.

Aun cuando es en esos horarios en los que los trabajadores viajan de sus casas a sus empleos, por esa razón toman como alternativa el carril del metro bus (RUTA). Además señalan que, las vías elevadas terminan por evitarse debería a la falta de luz, así como del desgaste que genera en los ciclistas.