El estado de Puebla se aproxima a una crisis ambiental debido a que los rellenos sanitarios, sitios donde se depositan los residuos sólidos, se encuentran al límite de su vida útil, además de que éstos no cumplen la NOM-083 referente a la protección ambiental para la construcción de un sitio de disposición final de residuos sólidos urbanos.

Fauna nociva, fuga de lixiviados, contaminación de mantos freáticos, pepena, falta de membranas de protección de basura a cielo abierto y carencia de zonas de amortiguamiento, entre otras irregularidades, son la constante en al menos diez de los 19 rellenos sanitarios del estado de Puebla. 

Acteopan, Ajalpan, Atlixco, Ciudad Serdán, Chignahuapan, Tehuacán, Amozoc, Puebla, San Pedro Cholula, Tetela, Huehuetla y Tepeaca son algunos de los municipios que cuentan con rellenos sanitarios y que concentran la basura generada en los 217 municipios de Puebla, cuya salud ambiental se encuentra en riesgo.

De acuerdo con la secretaria de Medio Ambiente del Gobierno del Estado, Beatriz Manrique Guevara, la dependencia a su cargo realiza una serie de visitas para actualizar el diagnóstico de los rellenos, y saber en qué condiciones se encuentran, así como para diseñar estrategias para intervenirlos o sustituirlos. 

En las revisiones, señaló Manrique Guevara, se detectó que 10 rellenos se encuentran fuera de la norma; incluso 4 de ellos (Tehuacán, Tepeaca, Tetela de Ocampo y Huehuetla) son utilizados como tiraderos clandestinos.

“Ninguno de los centros de confinamiento de residuos sólidos cumple con la norma, todos los diagnósticos que hemos realizado nos indican que presentan irregularidades desde graves a muy graves.”

Afrontar el reto

Manrique Guevara informó que los principales impedimentos para que los rellenos sanitarios de la entidad operen de manera adecuada son, entre otros, falta de recursos de los municipios para invertir en tecnología, así como poca o nula capacitación del personal.

Sin embargo, indicó que pese a las deficientes condiciones en las que operan, no se han iniciado procesos sancionadores, tales como clausuras, sino que se pretenden establecer nuevas estrategias, incluso drásticas, para renovar los procesos de confinamiento de basura en la entidad, en busca de cuidar el entorno y la salud de los poblanos.

Al aceptar que en la mayoría de los casos la vida útil de los espacios para el confinamiento de residuos ya está a su límite, reveló que la apuesta es no proceder a la ampliación de más celdas, como se hace en una medida desesperada, sino que se invierta en la generación de energías renovables.

“Así ya no funciona (ampliar rellenos). Es un fantasma, que llegan administraciones y lo que quieren es agrandar el espacio para acumular más basura; ahora es aprovechar el mismo espacio, pero modernizando las instalaciones.” 

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