La vida detrás de la muerte

En el Panteón Municipal de la capital poblana laboran 33 empleados, entre ellos personal administrativo, operativa y en crematorio; todos orgullosos y satisfechos por su trabajo 

En la ciudad de Puebla existen 56 panteones distribuidos en sus 17 juntas auxiliares. Cada uno tiene sus propias historias que contar; sin embargo, es el Panteón Municipal el que posee la más interesante.

El Panteón Municipal fue construido durante 1880 sobre los terrenos del Rancho de Agua Azul. Una vez que fue inaugurado, el resto de los camposantos poblanos clausuraron, debido a su tamaño.

María Merced Huerta, una bebé de cinco días de nacida fue la primera persona sepultada en el lugar, incluso el mismo día de la inauguración: 5 de mayo de 1880.

En la actualidad, el inmueble cuenta con una plantilla de 33 empleados que se dividen en personal administrativo: Juárez López Gonzalo, Juárez Ruiz Marcela, Hernández Guatemala María Teresa, Beristain Lima José Miguel, Lau Salgado Rodolfo, De la Luz Contreras Paula, Hernández Báez Ramón, Rhodas Islas Yazmin, González García Javier, Ortega Aguilar Daniel, Aizpuru Mercado Víctor Manuel Nicolás, Gutiérrez Rivera Alexei y Gómez Pérez Adriana.

Cuenta con un área operativa donde se encuentran: Bonilla Ramiro Asención, López Tequitlalpa Agustín, Amado Almaraz José Ramiro, Rojas Cruz Gregorio, Vicuña Moran Benito, Morales Huesca Valentín, Mendoza Guzmán Óscar, Serrano Morales Juan, Monarca Arce Cristóbal, Flores Romero Genaro, Barrientos Jiménez José Luis, Hernández Rojas Jorge, Hernández Reyes Jorge y Amado Almaras José Mauricio.

En crematorio laboran Garante Carrillo José Luis y Santel de la Cruz Delfino, en el área de intendencia están Barrales Lima Concepción y Palma García Ana Leyda.

Además, en la junta auxiliar de San Francisco son García Palacios Jaime Abad y a Ochoa de Martino Gonzalo Eduardo quienes atienden a cualquiera que se acerque, todos ellos orgullosamente sindicalizados.

Los empleados operativos se encargan de cavar las fosas, sepultar, pintar, barrer, vaciar los botes y sacar la basura. Algunos hacen trabajos de electricidad y de albañilería, así como actividades de mantenimiento para el campo santo.

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Historias de vida

Ascensión Bonilla Ramiro, con 23 años de servicio y 20 como sindicalizado, relató su experiencia laboral. Él se encarga de sepultar, es decir, desde escavar la fosa hasta dejar bonito el lugar para que los deudos se vayan tranquilos y con una buena imagen.

En ocasiones hay hasta seis servicios al día, pero para él es mejor porque se mantiene ocupado, pues a pesar de que su trabajo es cansado y pasa muchas horas bajo el sol, la lluvia o en el frío, es algo que le gusta hacer.

“Cuando no hay servicios de inhumación nos ponemos a barrer o sacamos la flor seca, la basura y el escombro. En realidad en el panteón siempre hay algo que hacer y de lo que se trata es dar un buen servicio y que los visitantes se lleven un buena imagen”, explicó.

Delfino Santel de la Cruz, trabajador sindicalizado del Ayuntamiento de Puebla, es el encargado del crematorio desde hace más de 14 años. Él recibe las llamadas de las funerarias o del público en general, agenda las cremaciones, proporciona los horarios disponibles y recibe los servicios.

Señaló que el tema de la cremación encierra muchos datos interesantes como, por ejemplo, que un servicio tarda aproximadamente entre hora y media a dos horas y media, dependiendo la complexión del cuerpo y de la hora en la que se realice la cremación, “no es lo mismo encontrar el horno frío que caliente”.

Por su aspecto físico y el olor de las cenizas, Santel de la Cruz aprendió a identificar las causas de la muerte.

Compartió que en una ocasión el horno se descompuso y él se metió para sacar un ladrillo que se había caído al interior, una experiencia muy impactante.

Para realizar su labor utiliza guantes desechables y cubrebocas; además, está acostumbrado a lidiar con temperaturas de hasta 950 grados centígrados.

Señaló que el panteón cuenta con regaderas para que al terminar la jornada pueda bañarse y no llevar bacterias a casa.


El material que ocupa es tramitado a través de su sindicato “Lic. Benito Juárez García”, del que forma parte desde hace 11 años y le ha dejado grandes satisfacciones.

“Reconozco que todos los beneficios con los que contamos los sindicalizados en este momento han sido gracias a la buena gestión de Gonzalo Juárez Méndez”, dijo.

José Miguel Beristaín Lima, quien tiene 15 años de servicio en el Ayuntamiento y 12 de pertenecer al mismo sindicato, se encarga del archivo del Panteón Municipal. Su trabajo consiste en verificar que los ciudadanos tengan sus pagos al corriente, tener una base de datos de todos los trámites y servicios, archivar expedientes de los pagos de mantenimiento, de inhumaciones, cremaciones o exhumaciones.

Lleva un folio por cada recopilador, proporciona a sus compañeros un listado de todas las inhumaciones que hay en el Panteón Municipal, desde lo que tienen de registro hasta lo más reciente, para que cuando algún ciudadano pida información, pueda ser proporcionada.

Señaló que es un trabajo muy arduo y que requiere mucha dedicación para tener todo en orden y al corriente para ofrecer un servicio de calidad a la ciudadanía. Y así, es como se vive la vida en el Panteón Municipal de Puebla.


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