El peligro está en casa

En 2013, el feminicidio fue tipificado como delito en Puebla; desde entonces ha tenido un incremento en casos como en nivel de violencia

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Memorias del Crimen

De 532 feminicidios registrados en el periodo de 2013 a 2020, más de 30 por ciento fueron cometidos en el domicilio de la víctima, principalmente por alguien que la conocía; sin embargo, el poco avance en las investigaciones no permite determinar en cuántos casos más el agresor conocía a la víctima. A lo anterior se agrega que 24 por ciento de mujeres que han sido asesinadas aparecen como desconocidas en el registro.

De acuerdo con la base de datos hemerográficos de feminicidios del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos AC (Odesyr), 34 por ciento de los cuerpos de las víctimas fueron abandonados en la vía pública, en sitios como a orillas de carretera, parajes y terrenos de distintos tipos.

En esos siete años los registros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp) muestran un porcentaje mucho menor al obtenido por organizaciones como el Odesyr y el Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG) de la Ibero Puebla.

Desde 2013, año en el que se tipificó penalmente el delito de feminicidio, en el estado de Puebla en 30 por ciento de casos se precisa que fue en el departamento, casa o domicilio de la víctima donde se cometió el crimen.

En 25 por ciento de estos incidentes se señala a un “conocido” como el principal sospechoso, siendo la pareja sentimental el agresor en la mayoría de los casos; en los demás se desconoce quién cometió el crimen. Resaltan en estos registros descripciones como “pareja”, “expareja”, “esposo”, “amigo”, “padrastro, “vecino” e incluso “hijo”. En estos casos, las versiones enuncian los “celos” de la pareja como el principal motivo del ataque, seguido por “discusiones” y “venganza”.


Lugares donde arrojaron los cuerpos

Los cuerpos de 183 mujeres, de los 532 feminicidios (34 por ciento), fueron arrojados en sitios que podrían considerarse vía pública. Los lugares que se mencionan con más frecuencia fueron carretera (42), paraje (37), calle (25), terreno (18), camino (15), predio o lote baldío (9); campos de cultivo (9) y contenedor de basura (5); ejido, panteón y obra negra se mencionaron cada uno en tres ocasiones; relleno sanitario, canchas deportivas, pastizal y vías de tren fueron los sitios con 2 menciones; aparecen también, con mínimo un registro, campo de tiro, caseta de vigilancia, cafetal, lote de vehículos, central de abastos y afuera de una gasolinera.

En lugares tanto de difícil acceso como de concentración de agua, se mencionan barranca (16), canal de riego o de aguas negras (10), río (6), fosa o pozo (4), presa (4), zanja, arroyo o cueva (2); también se localizó por lo menos 1 cuerpo en una finca, cascada, jagüey, cisterna y en un manantial.

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Otros lugares en los que se registró la localización de un cuerpo víctima de feminicidio fue principalmente en habitaciones de hotel o motel, con siete casos; en segundo lugar en una refaccionaria o taller mecánico, con tres; además de un bar (3), bodega (2), rancho y en un potrero (1).

Extrema violencia

Envueltas en cobijas, mutiladas, golpeadas, en bolsas de plástico, con signos de tortura y violencia sexual es como se encontraron los cuerpos de cientos de mujeres de 2013 a 2020.

En el primer feminicidio de 2013, el cuerpo de Guadalupe Abigaíl Bautista Sánchez fue hallado en el interior de una maleta. Otro ejemplo es el caso de Stephanie Juárez Morales, en el mismo año, a quien le arrancaron los ojos y la arrojaron a una barranca.

En su momento, el entonces secretario de Seguridad Pública del Estado, Facundo Rosas Rosas, no reconoció el caso como un feminicidio.

Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) da cuenta de que las cifras negras en feminicidios se deben a que los homicidios de mujeres son mal clasificados y no son investigados bajo el contexto de violencia de género con que se cometen.

Las fallas en los procedimientos judiciales son una constante, afirma la organización, por lo que los jueces liberan a los inculpados, los juicios no concluyen y los feminicidas quedan en libertad.

Los casos que cimbraron a los poblanos

En 2014, las redes sociales permitían difundir más rápido los casos de feminicidio, y hubo uno en particular que impactó a los poblanos: el asesinato de Karla López Albert, quien fue golpeada cuando tenía 5 meses de embarazo y luego ahorcada por su expareja Manuel Forcelledo.

Para 2015, una situación similar sucedía con Paulina Camargo, embarazada y asesinada por el padre de su hijo, José María Sosa. Hasta la fecha, el cuerpo de Paulina no ha sido encontrado, y sus padres no han desistido en su búsqueda.

El 8 de abril de 2019, el gobierno del estado declaró la Alerta de Género; sin embargo, las cifras de violencia contra las mujeres no han disminuido, pues el 2019 cerró con 84 feminicidios, y tan sólo en lo que va de 2020 ya se han documentado más de 20 caso; algunos medios registran incluso más de 30.