Choferes se enfrentan a incertidumbre por falta de usuarios y apoyos gubernamentales ante la contingencia por COVID-19.
Normalmente, una jornada le significa recorrer toda la zona metropolitana de la ciudad por entre ocho y diez horas; desde la suspensión de actividades instruida por el Ayuntamiento de Puebla como medida preventiva ante la epidemia de COVID-19, la jornada se extiende hasta por 14 horas. Unos días atrás, Aarón, de 47 años, se levantaba a las cinco de la mañana para comenzar su trabajo como conductor de DiDi una hora más tarde. “Yo nada más espero poder terminar este día bien, la otra semana quién sabe cómo esté (...) Si mañana no veo gente en la calle ya mejor me quedo en mi casa. Vamos a haber muchos para poca gente que va a salir. No tiene caso”, comenta en una entrevista informal, en pleno horario laboral. Y es que independientemente de las medidas tomadas por el Ayuntamiento el pasado 19 de marzo, este lunes comienza de manera formal la Jornada Nacional de Sana Distancia de la Secretaría de Salud, que recomienda suspender temporalmente las actividades no esenciales de los sectores público, social y privado hasta el 19 de abril próximo. “Lo de menos es enfermarse, pero qué tal que se pone uno mal y hasta ahí llegué”, confiesa Aarón al mencionar que en caso de contagiarse de COVID-19, la empresa de origen chino prevé una compensación económica de hasta 14 días. También lee: Destinarán médicos a centro de Atención Múltiple por coronavirusOtras plataformas como UBER extienden esta medida a sus socios repartidores que sean diagnosticados con el nuevo coronavirus o que las autoridades de Salud Pública les haya solicitado aislamiento domiciliario, y en tanto proporcionen documentos que acrediten su condición. Sin embargo, el único seguro con el que cuenta Aarón si llegara a enfermarse, más allá de estos 14 días de compensación salarial que le ofrece DiDi, es el todavía incierto Instituto Nacional para el Bienestar (Insabi). Es por otro lado muy consciente de las implicaciones económicas que una contingencia sanitaria prolongada podría tener en los trabajadores independientes.
“Tiene que haber con qué (apoyar a los trabajadores asalariados), cómo se va a quedar uno sin dinero. Se habla de un mes, dos y hasta tres meses, dependiendo de cómo esté la situación. Imagínate cómo vamos a arrancar otra vez, sin dinero. Yo no voy a tener trabajo, con qué van a viajar.” |