Un sacerdote de Puebla decidió realizar modificaciones a una de las piezas del arte sacro más conocidas dentro de la doctrina católica.

El cura Francisco Sales Cruz pidió ser incluido en el cuadro de “La Última Cena”, pintado originalmente por Leonardo Da Vinci.

Pidió que cambiaran el rostro del apóstol Santo Tomás de Aquino, quien dentro del cuadro se encuentra en el extremo izquierdo de la mesa, por el suyo.

El audaz movimiento del párroco de la iglesia de San Nicolás de los Ranchos, ubicada en el municipio homónimo, fue criticado en redes sociales por feligreses y habitantes de la región.

Aunque otro grupo defendió su actuar y señaló que pudo ser un acto voluntario del pintor y no una petición del párroco. Además, señalaron que al tratarse de una buena persona “no creen que sea pecado”.

En su declaración, luego de que los fieles de la demarcación le exigieran explicaciones, señaló que “solo quería estar más cerca de Jesucristo”

El mayordomo Álvaro Sánchez pidió que la pintura fuera modificada de nueva cuenta, para poner el rostro del personaje original. Acciones que iniciaron este sábado.