Pandemia pega a los floristas, bajan sus ventas en 60 % por cierre de panteones

Vacíos, sin presencia de personas y solo con puestos de flores en sus inmediaciones, permanecen los panteones de la capital poblana previo a las celebraciones del Día de Muertos.

Pese a que las autoridades determinaron mantener cerrados los cementerios de la capital por la contingencia sanitaria del Covid-19, floristas intentan vender la mercancía prevista para este año.

En entrevista, comerciantes de flores ubicados en el Panteón Municipal afirmaron que sus ventas se encuentran un 60 por ciento por debajo del año anterior debido al cierre de las instalaciones por la pandemia.

Los floristas afirmaron que la cancelación de visitas a los campos santos y por la baja afluencia de personas que compraban sus productos para adornar tumbas del inmueble, se desplomaron desde hace varios meses por la contingencia sanitaria.

"Estamos tratando de aguantar para ver si podemos vender un poco porque si no lo hacemos nos morimos de hambre. Toda la pandemia nos hemos mantenido de las pocas ventas que hacemos a los poblanos", dijo.

Manifestaron que las restricciones que se anunciaron para el 1 y 2 de noviembre, está pegando a sus bolsillos, además de que casi todo su producto se echará a perder por la falta de afluencia al cementerio.

Reiteraron que ahora las ventas mínimas son de personas que buscan adornar sus ofrendas que serán instaladas en los hogares de los poblanos, lo cual no se compara con la cantidad que vendieron el año anterior.

Precisaron que en días normales llegan a invertir 15 mil pesos en flores y para el día de muertos alrededor de 50 mil pesos, sin embargo, con las restricciones casi todo su producto y ganancias se irán a la basura.

"Invertimos mucho dinero cada año para estás fechas. Ahora lo más seguro es que todo se eche a perder y ni ganancias ni ventas vamos a tener por estás restricciones".

Los productores que en su mayoría vienen de Atlixco, refirieron que van a tener que bajar aún más sus precios para tratar de vender lo más que puedan, pues de lo contrario, no podrán llevar el sustento a sus familias.

Los floristas reconocieron que estos meses de la contingencia han sido los peores que han vivido en al menos 30 años de su actividad comercial.