Todo el descontrol y desinformación que se ha generado por la vacuna del Covid-19 en Puebla ha dejado desilusión en las personas de la tercera edad, pues se les “promete” que serán inoculados, cuando en realidad no es así.

Dicho análisis lo explicó Dulce María Pérez Torres, investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), quien dijo que todo ese “caos” representa una desesperanza.

Advirtió que esa “esperanza en falso” genera un desorden cognitivo en todos los involucrados, como lo son los adultos mayores y sus familiares.

“Cansados de tanto encierro, las personas distorsionan lo que perciben, que es, una manera lógica y natural, psicológicamente hablando, pero también se ven presionados por los hijos o nietos”, explicó a El Popular, Diario Imparcial de Puebla.

La socióloga subrayo que se tiene una percepción cultural y educativa de malas creencias, especialmente en México, en el sentido de lo que representa para las personas formarse desde muy temprano para que les toque un lugar.

Por lo tanto, al no tener respuesta las personas mayores a su imaginario social, “se enojan, se agreden y se rompe la distancia, se hace un caos y las personas se van enojadas”.

Desde su perspectiva, sin duda los abuelitos o abuelitas que no reciben la vacuna sí se ven afectados.

Pérez Torres recomendó a las personas que, si no hay vacunas, aunque se enojen y se sientan molestos, recuerden que “si ya estuvimos en casa sin salir un año, esperar unos días más o semanas para la vacuna no es malo”.