Nora Merino: de consejera estudiantil a futura presidenta del Congreso local

Con 28 años de edad, la legisladora es la más joven en presidir dicho puesto.

Desde la preparatoria Nora Merino Escamilla ya se enfocaba a tomar decisiones, al punto de convertirte en consejera estudiantil, papel que continuó realizando en la universidad.

Años después, está a unos días de convertirse en presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, luego de que su compañero de bancada, Gabriel Biestro, dejará el cargo para buscar ser candidato a la alcaldía de Puebla capital.

De acuerdo a su perfil, a los 22 años, la legisladora tuvo la oportunidad de ser candidata a diputada federal por el Partido Encuentro Social por el distrito federal 9, no ganó, pero quedó en cuarto lugar.

En ese entonces, se quedó como vocera nacional del Observatorio de participación política de la mujer en dicho instituto político. En 2018 logró llegar como diputada local en el Poder Legislativo.

En septiembre del 2020 el Congreso aprobó la propuesta para integrar la Mesa Directiva del tercer año de ejercicio, la cual estuvo presidida por la diputada Nora Merino.

Con 28 años de edad, la legisladora es la más joven en presidir dicho puesto. Sin embargo, no todo ha sido “miel sobre hojuelas”.

En agosto del 2020 Merino Escamilla se vio envuelta en un escándalo de talla nacional, luego de que difundieron en redes sociales los videos y fotografías de una fiesta y un viaje a Acapulco en los que fue protagonista en plena pandemia de coronavirus.

En ese entonces, se defendió al argumentar que el viaje a Acapulco lo había realizado con las medidas de prevención necesarias, incluida una prueba del virus en la que supuestamente habría salido negativa, aunque en el video que se difundió se muestra sin cubrebocas y sin sana distancia.

También, la legisladora de Morena, ha sido objeto de misoginia, en especial, por parte del diputado Héctor Alonso Granados.

En noviembre del 2019 Nora Merino, evidenció que el legislador cambió de manera ofensiva y con pluma su nombre colocado en un letrero de su oficina, por lo que lo denunció ante la Conapred.

Incluso ha sido objeto de calificativos como “naranjeras”, “focas aplaudidoras”, “morsas”, “esa mujer” y “niñitas”, por parte de Alonso Granados.

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