La maravillosa historia de la fundación de Puebla; hoy cumple 490 años

Desde hace años, historiadores no logran ponerse de acuerdo con las fechas de la fundación; sin embargo, se le atribuye oficialmente a el 16 de abril

La maravillosa historia de la fundación de Puebla; hoy cumple 490 años
Agencias La maravillosa historia de la fundación de Puebla; hoy cumple 490 años

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La ciudad de Puebla es una mezcla de culturas, colores, sabores y hasta misterios desde que llegaron los primeros habitantes a la región Del Valle de Coaxtlacoapan.

La ciudad fue fundada con la intención de conformarla en un espacio para inmigrantes españoles, la que se convierte en la segunda ciudad en importancia de la Nueva España, gracias a que se constituye en un gran espacio productivo.

Desde hace años, historiadores no logran ponerse de acuerdo con las fechas de la fundación de la ciudad; sin embargo, se le atribuye oficialmente a el 16 de abril de 1531, cuando los primeros españoles llegaron y colocaron sus primeras viviendas en las causes del Río San Francisco, lo que hoy conocemos como el bulevar 5 de Mayo. 

Pedro Sardá, quien se denomina “poblanólogo”, indicó que se han documentado de manera oficial dos fechas de la fundación de la ciudad; la primera y la cual es la más conocida, el 16 de abril de 1531 y la segunda un año después del 29 de septiembre de 1532, día de San Miguel.

Explicó que para llegar a una conclusión que fuera satisfactoria para todos y tuviera la cronología adecuada, fue en los años 20 cuando se convocaron a varios historiadores e investigadores, entre ellos Hugo Leicht, quien escribió el libro “Las Calles de Puebla”, para recabar la información necesaria que desentrañara el origen de la fundación de la ciudad de Puebla.

Antes: Av. de la Reforma (Museo nacional de Samlinger)

Después: Av. de la Reforma (Museo nacional de Samlinger)

“Fue necesario que desde 1928, se conformara un grupo de historiadores entre los que estaba el doctor Hugo Leich, para que entre todos aportaran los datos para desentrañar el misterio y la duda de la verdadera fundación”, explicó.

Después de la primera fundación de 1531, una creciente en el río San Francisco, se llevó las casas de los primeros fundadores, lo que ocasionó la migración de muchos de ellos, dejando en la zona solo a 12 familias que continuarían con el proyecto de lo que hoy es la ciudad de Puebla de Los Ángeles. 

Antes: Templo de San Francisco

Después: Templo de San Francisco

Un año después del desastre natural, el 29 de septiembre de 1532, se vuelve a fundar la ciudad, con las nuevas casas y asentamientos, justo el día de San Miguel, que desde ese momento se convierte en el santo patrono de la ciudad.

La fundación de Puebla fue estratégica y los motivos no fueron meramente religiosos como la mayoría cree, pues la geolocalización de la ciudad y el hecho de que no tenían religión fija como tal, permitía crear una nueva población desde cero. 

Antes: Capilla de Dolores 

Después: Capilla de Dolores


Tlaxcala, por otro lado, ya contaba con sus derechos ganados como socio en la conquista, ante la capital, la Ciudad de México, por lo que no se podía modificar la religión de sus pobladores, quienes no creían en un Dios europeo.

Además de que Puebla contaba con un mejor acceso en sus caminos, lo que permitió, lograr mejores rutas comerciales, ya que desde puebla se podía conectar con gran facilidad a la Ciudad de México, Veracruz y Oaxaca.

Con el tiempo Puebla creció, y en entre 1810 y 1814 después al movimiento de Independencia, preocupó a las autoridades locales y las clases altas poblanas, los posibles ataques de grupos insurgentes, ante esto se construye en la ciudad un sistema de murallas y fosas para protegerla. En 1815 se inicia la construcción del fortín de Loreto que domina la ciudad y garantiza el camino que viene del Puerto de Veracruz. 

Las modificaciones en su estructura no son nada nuevo para los habitantes, a partir del siglo 20 se comienzan a modificar edificios coloniales, ya sean para convertirse en negocios o simplemente porque la fachada no cumple los gustos del propietario.

El investigador Sardá, señaló que dichos cambios se empezaron a realizar por cuestiones económicas de los dueños de los edificios, incluso sin el permiso de las autoridades que estaban al mando en dicha época.

El historiador José Luis Trueba señaló qué hay diferentes tipos de modificaciones, algunas de ellas por daños generados por desastres naturales, como lo qué pasó con la Casa del Alfeñique, la cual después del temblor del 2017 quedó dañada, o la Casa de los Muñecos a la cual se le realizó una intervención donde la fachada y espacios dentro del inmueble pertenecen a la construcción original, pero cuentan con adecuaciones modernas como su restaurante.

La declaración de Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO el 11 de diciembre de 1986, le permite a la ciudad resguardar y mantener inmuebles construidos desde su fundación; sin embargo, esto no implica que el resto de la ciudad no sea agredido.

Antes: Banco Oriental de México 

Después: Banco Oriental de México

“No podemos proteger el pasado a riesgo de destruir el presente(...) hay pasados que podemos conservar íntegros como la catedral, hay pasados que podemos intervenir en algunos espacios, como en la casa de los muñecos, hay algunos que por alguna desgracia de la naturaleza, como la casa del alfeñique tenemos que hacer,” explicó.

El historiador explicó que la ciudad de Puebla en la actualidad es una diversidad de ciudades en una sola, detallando que la primera de ellas se encuentra en el Centro Histórico con una ciudad absolutamente barroca, la cual cuenta la historia de sus inicios en cada ladrillo roca o loza. 

Antes: Calle de Guevara

Después: Calle de Guevara

Mientras que en la zona de Atlixcáyotl, la cual es más moderna, además de ser la zona comercial que ha definido a toda una zona de la ciudad desde su apertura en 1998. Además de ser el más grande e importante de la ciudad y funcionan como ancla turística y comercial. 

“Puebla podría celebrar casi cada día una fundación de sí misma, son mundos que nada tienen que ver entre sí y eso los hace maravillosos”, concluyó el historiador José Luis Trueba.