Arrollados en la vía corta a Santa Ana
|
** Dos jóvenes en estado etílico intentaron cruzar la calle para abordar el autobús que los llevaría de regreso a su casa Manuel CUATE 
Dos jóvenes que intentaron desafiar la velocidad de los automovilistas en la carretera vía corta a Santa Ana, a la altura de San Pablo del Monte, fueron atropellados ayer por la mañana por un vehículo que logró darse la fuga. De acuerdo a la versión de los testigos presentes, eran las 6 horas cuando dos jóvenes de entre 20 y 22 años de edad intentaron cruzar la calle para abordar el autobús que los llevaría de regreso a su casa, ya que al parecer asistieron a una fiesta. Sin embargo, al encontrase bajo los influjos del alcohol y debido a la velocidad con que circulaban los autos, no pudieron llegar al otro extremo de la carretera, puesto que fueron arrollados por un vehículo desconocido, mismo que se dio a la fuga. “Todavía intentó detenerse, pero el auto los empujó como cinco metros; de hecho el conductor aún se asomó por la ventanilla para ver si estaban vivos o muertos, luego aceleró y se fue, lamentablemente como era de noche no vi el color de la unidad”. Minutos después del accidente, los vecinos de la misma población se comunicaron al número de emergencia 065, y anunciaron que en dicha vialidad había dos cuerpos tirados en el pavimento, al parecer sin vida, razón por la cual una ambulancia de la Cruz Roja Mexica arribó al lugar de los hechos para atender a los lesionados que presentaron lesiones en cuerpo y cabeza. Uno de ellos, al cobrar el conocimiento refirió que no sabía lo que pasó, pero tartamudeó que al intentar llegar al otro lado, vio una luz blanca, referente al del automóvil, y que además escuchó el frenar del auto. Instantes después también llegaron elementos de la Policía Municipal para tomar nota de los hechos, y de acuerdo a los datos que los agentes pudieron recabar, los dos jóvenes son hijos de la señora María Eugenia Ramírez Bonilla, con domicilio en el estado de Tlaxcala. De acuerdo a los paramédicos, los pacientes serían trasladados al hospital General de Tlaxcala, para que fueran atendidos por especialistas, ya que las lesiones podrían tener consecuencias fatales.
Dos jóvenes que intentaron desafiar la velocidad de los automovilistas en la carretera vía corta a Santa Ana, a la altura de San Pablo del Monte, fueron atropellados ayer por la mañana por un vehículo que logró darse la fuga. De acuerdo a la versión de los testigos presentes, eran las 6 horas cuando dos jóvenes de entre 20 y 22 años de edad intentaron cruzar la calle para abordar el autobús que los llevaría de regreso a su casa, ya que al parecer asistieron a una fiesta. Sin embargo, al encontrase bajo los influjos del alcohol y debido a la velocidad con que circulaban los autos, no pudieron llegar al otro extremo de la carretera, puesto que fueron arrollados por un vehículo desconocido, mismo que se dio a la fuga. “Todavía intentó detenerse, pero el auto los empujó como cinco metros; de hecho el conductor aún se asomó por la ventanilla para ver si estaban vivos o muertos, luego aceleró y se fue, lamentablemente como era de noche no vi el color de la unidad”. Minutos después del accidente, los vecinos de la misma población se comunicaron al número de emergencia 065, y anunciaron que en dicha vialidad había dos cuerpos tirados en el pavimento, al parecer sin vida, razón por la cual una ambulancia de la Cruz Roja Mexica arribó al lugar de los hechos para atender a los lesionados que presentaron lesiones en cuerpo y cabeza. Uno de ellos, al cobrar el conocimiento refirió que no sabía lo que pasó, pero tartamudeó que al intentar llegar al otro lado, vio una luz blanca, referente al del automóvil, y que además escuchó el frenar del auto. Instantes después también llegaron elementos de la Policía Municipal para tomar nota de los hechos, y de acuerdo a los datos que los agentes pudieron recabar, los dos jóvenes son hijos de la señora María Eugenia Ramírez Bonilla, con domicilio en el estado de Tlaxcala. De acuerdo a los paramédicos, los pacientes serían trasladados al hospital General de Tlaxcala, para que fueran atendidos por especialistas, ya que las lesiones podrían tener consecuencias fatales. 
