Niño ataca sexualmente a su compañerita

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Memorias del Crimen

El menor de apenas 6 años aprovechó la hora del recreo para esperar a que su víctima entrara al salón, la tiró al suelo y le metió la mano bajo la falta Víctor HERNÁNDEZ Siete meses han transcurrido desde el día en que una madre de familia del Centro Escolar Manuel Espinoza Iglesias acudió al Ministerio Público para denunciar a un niño de 6 años de edad, por atacar a su hija en el salón de clases, pues le hizo tocamientos lascivos. A la fecha, la quejosa –quien pidió la gracia del anonimato ante posibles represalias y por respeto a su hija- no ha tenido ningún tipo de respuesta por parte de la Procuraduría General de Justicia, y las autoridades escolares simplemente hicieron caso omiso. En noviembre del año pasado, el pequeño agresor aprovechó la hora del recreo para esperar a que su compañera de clases entrara. Cuando así lo hizo, de inmediato la tiró al suelo y le metió la mano bajo la falta, lastimándole su parte genital. Así quedó asentado en la averiguación previa 2751/2012/Tepeaca, de la cual, El Popular, diario imparcial de Puebla, tiene una copia. Y es que la denuncia se interpuso luego de que la niña, al estar en su casa, tuviera que narrarle a su mamá la experiencia que había tenido, pues la cuestionó porque su forma de caminar era extraña. Enterada de la aberración, fue ante el Ministerio Público y denunció lo sucedido, pero a más de medio año de ello, simplemente las cosas siguen igual, acusó. El responsable aún estudia en la misma escuela que su hija, y lo peor, la directora del plantel, María del Pilar Rodríguez León, se niega a tomar cartas en el asunto bajo el argumento de que no es algo grave, sino sólo cosas de niños. Lo preocupante del caso, dijo la mamá de la agraviada, es que al parecer el niño ha hecho lo mismo con otras niñas de la escuela, sólo que se ignora si ya fueron denunciados los casos. La quejosa exigió a través de este medio que el caso de agresión hacia su hija sea investigando a fondo y se sancione a los responsables, pues ella considera que además del niño, la directora del CEMEI y la maestra de su hija han tenido cierto grado de responsabilidad, pues no han tomado cartas en el asunto.