El hoy occiso había sido impactado a bordo de su auto por otra unidad y al bajar a ver lo ocurrido fue recibido a tiros; arribaron uniformados pero también fueron agredidos Jorge FONSECA  Derivado de la balacera ocurrida el jueves por la tarde en inmediaciones de la carretera a Valsequillo, a la altura de La Cruz de Piedra, perdió la vida un hombre de 65 años de edad, mientras que el Policía Estatal que también recibió impactos de bala es atendido en el hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP), donde su estado de salud es reportado como grave y de pronóstico reservado. Cabe recordar que minutos antes de las 16 horas del jueves, un leve choque desencadenó la furia del sujeto responsable, quien además iba borracho. Al ver que el propietario del otro vehículo le reclamaba lo hirió con dos balazos, cuando el hijo del lesionado intervino también fue agredido. El responsable, al ver que la Policía Estatal arribaba, intentó escapar, pero en la persecución disparó contra un agente impactándolo en el hombro y la cara, después otro uniformado logró contenerlo con dos disparos. El saldo del enfrentamiento ocurrido en la carretera a Valsequillo, a 40 metros de La Cruz de Piedra, en un primer momento fue de 2 civiles lesionados, 1 policía herido —cuyo pronóstico es delicado— y el presunto responsable detenido, también con impactos de bala. Reportes policiales indicaron que una Nissan Estaquitas, color blanco, con placas de circulación SG47-802 del estado de Puebla, donde viajaba el ahora detenido, su esposa y un segundo masculino, chocó contra una Ford de color azul, con placas SM-27-2119. El chofer de la Ford, Lorenzo Casiano Flores Barranco, de 65 años, al ver que lo habían chocado descendió y fue a reclamar al conductor de la estaquitas, de nombre Joaquín Claudio Morales, de 37 años. De acuerdo con las versiones de los acompañantes de Lorenzo Casiano, el conductor de la Nissan, quien estaba borracho, lo recibió con un disparo en el hombro, Lorenzo corrió y entonces recibió un segundo disparo a la altura de las costillas. Al ver lo anterior Avelino Flores Leyva, de 33 años, hijo del sexagenario, descendió para ayudar a su padre y también recibió disparos a la altura del hombro. Para ese momento, llegaban patrulleros de la Policía Estatal Preventiva, por ello el conductor de la Nissan se metió a su negocio de pisos, ubicado justo frente a donde ocurrió el percance vial y posterior balacera. Después, este sujeto corrió hacía un terreno baldío ubicado a espaldas de su negocio, con rumbo a San Pedro Zacachimalpa. Los familiares de los lesionados indicaron a los policías el lugar por donde huía el responsable y uno de sus acompañantes. Así, los uniformados comenzaron una persecución a pie. A unos 500 metros del negocio el policía estatal Rosalío Figueroa Hernández, de alrededor de 45 años, dio alcance al agresor, pero al ser campo traviesa resbaló. Según los reportes, el agresor aprovechó para tomar el arma de cargo del uniformado y dispararle a quemarropa en el hombro y en la cara, a la altura de la ceja, lo que según algunos otros agentes le hizo perder el ojo y lo mantiene al filo de la muerte. En ese momento, el compañero del uniformado lesionado llegaba justo detrás, el agresor también le disparó, pero este segundo policía repelió el fuego y pudo lesionar a Joaquín Claudio en el hombro y con un rozón en la cabeza. Así fue como pudo desarmar al pistolero y pedir apoyo de ambulancias. El otro cómplice del detenido logró escapar, aunque se desconoce con exactitud cuál fue su participación en estos hechos violentos. De acuerdo con los primeros peritajes el agresor portaba un arma tipo pistola calibre 22 milímetros, ya que en el lugar donde disparó contra los dos civiles se encontraron cartuchos percutidos de esa medida. Paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA) acudieron al lugar y atendieron a los cuatro lesionados, de los cuales el más delicado era el uniformado, aunque quien le seguía en gravedad era el hombre de 65 años, ahora fallecido. El agresor se encontraba consciente pese a los disparos recibidos, de igual forma el hijo del conductor de la Ford. Sin embargo, alrededor de las 22:30 horas del jueves perecería Lorenzo Casiano Flores Barranco en el Hospital General de Sur. El operativo Refuerzos de la Policía Estatal, Municipal y de juntas auxiliares, acudieron al lugar de los hechos para asegurar la zona y el área donde había cartuchos percutidos. Allí encontraron tendidos a los lesionados y tiradas las armas de fuego del agresor y del policía. También se aseguró el inmueble de venta de pisos donde quedó resguardada la camioneta del agresor y el vehículo donde viajaban las víctimas. La mujer del presunto responsable fue asegurada para que rindiera declaración de los hechos de los que fue testigo. Con su versión del incidente y las de lesionados y sus familiares se podrá establecer con mayor precisión qué y cómo ocurrieron los hechos. Personal de la Policía Ministerial acudió al apoyo, después arribó el Ministerio Público y elementos de peritos, estos últimos para recolectar los indicios y asegurar el inmueble que se vio involucrado en estos hechos. Según algunas de las versiones recabadas, las dos familias que se vieron involucradas en el percance vial son originarias de Santo Tomás Chautla y al parecer tenían problemas desde antes, eso habría desencadenado la violenta reacción, aunando al estado de ebriedad de uno de los involucrados. Hasta el cierre de esta edición el estado de salud del policía lesionado era considerado como muy grave y de pronóstico reservado. Algunos de sus compañeros reiteraron que como consecuencia del disparo había perdido uno de los ojos. Los deja jefe Fuentes policiales consultadas por este medio se mostraron muy molestas por la actitud “egoísta” adoptada por el jefe del Sector Dos de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM), de apellido Avendaño. De acuerdo con las fuentes consultadas, al recibir el reporte de la balacera se solicitó apoyo por parte de la Policía Estatal, y varias patrullas del municipio —de los grupos motorizados Espartacos y Centauros—, así como de la junta auxiliar de San Pedro Zacachimalpa, acudieron. También respondieron a la petición varios patrulleros del Sector Dos, pero cuando estos informaron que se dirigían al lugar, el jefe de grupo les ordenó que se retiraran y no brindaran apoyo, pese a que eran de las unidades más cercanas a los hechos. Lo anterior, señalaron los policías consultados, los hizo enfurecer porque Avendaño lleva el “pique” entre las dos corporaciones “hasta el absurdo”, pues esto era “sin duda” una cuestión de vida o muerte, pero la actitud del expolicía del estado expuso la vida de otros agentes. |