Desde enero de 2014, en el estado han sido ultimadas cinco féminas embarazadas a manos de sus parejas, quienes se negaron a aceptar la responsabilidad Víctor HERNÁNDEZ En lo que va de 2016 (53 días), de acuerdo con cifras obtenidas mediante recuentos hemerográficos, se tienen contabilizadas 15 muertes violentas de mujeres; es decir, dos por semana. Sin embargo, del total 9 han sido tipificados como feminicidio, pero sólo 3 fueron esclarecidos. Es preocupante que el de Samai Alejandra Márquez Salgado no sea un caso aislado, sino recurrente, pues de 2014 a la fecha es la quinta vez que Puebla se vuelve noticia nacional por el homicidio de una mujer embarazada a manos del progenitor del bebé, quien se negó a afrontar la paternidad. Como lo informó la Fiscalía General del Estado (FGE), Rafael Portillo Abundis admitió haber planeado el asesinato de su pareja (Samaí) tras enterarse de que esperaba un hijo suyo, quien tenía al menos dos semanas. Su muerte remite a enero y octubre de 2014, cuando la entonces Procuraduría General de Justicia (hoy FGE) documentó los casos de Karla López Albert e Iraís Ortega Pérez, ambas estaban embarazadas; sus respectivas parejas intentaron convencerlas de que abortaran. Por la muerte de López Albert fue detenido Manuel Forcelledo Nader, quien apoyado por otras tres personas mató a su novia, encajueló el cadáver y lo trasladó a la Ciudad de México, donde lo abandonó. Juan Carlos Sánchez Pérez fue detenido por el feminicidio de Iraís Ortega (estudiante universitaria), a quien mediante engaños llevó hasta un domicilio en la colonia Tres Cruces, donde con apoyo de su entonces novia le inyectó una sustancia química para matarla y luego abandonó su cadáver dentro de una maleta, en San Francisco Totimehuacán; Iraís también estaba embarazada. El año pasado, la situación se repitió. Otros dos feminicidios acapararon la atención de los medios y la ciudadanía. Paulina Camargo Limón y Gaudelia Romero Benítez se negaron a abortar. La primera contaba con un embarazo de 18 semanas y su novio, José Manuel Sosa Álvarez, intentó convencerla de que no tuviera al bebé; sin embargo, la mató tras enterarse que ella quería tenerlo. Aunque Chema ya es procesado por feminicidio, a la fecha el cadáver de la víctima no ha sido localizado. Luego se registró el caso de Gaudelia Romero, quien tenía un embarazo de dos meses; fue hallada muerta en unos terrenos de cultivo en el municipio de Coyomeapan, días después de que su novio la llevara engañada hasta ese lugar, donde la apuñaló y golpeó hasta matarla. El probable responsable, un adolescente de 17 años, admitió haber discutido con Gaudelia porque ella quería tener al bebé pero él no quería asumir la paternidad. Este año, el de Samaí es el primer caso con las características antes mencionadas, pero es el noveno feminicidio de 2016; tan sólo el fin de semana pasado se registraron cuatro en menos de 24 horas. De los nueve casos confirmados se cuentan el de Brenda Tlatelpa, ocurrido el 7 de enero en el municipio de Tepeaca; el 20 de enero, los de Ángeles Leyva, en San Martín Texmelucan, de Adriana Santos —de 17 años—, en Huejotzingo y el de María Balbuena, en Acatlán de Osorio. Este mes, se tienen los del 12 de febrero, cuando fue hallado el cuerpo de Guadalupe Chauvire en la colonia Ladrillera de Benítez; el 19 de febrero el de una desconocida en San Jerónimo Caleras; y el 20 de febrero los de dos desconocidas en Tepeaca y San Pedro Cholula.