Fuentes cercanas a la investigación que se lleva a cabo para esclarecer los hechos ocurridos la madrugada y mañana del pasado jueves, en Esperanza y Veracruz respectivamente, afirman que han sido identificados cinco de los ocho hombres que fueron ejecutados y que sí tenían nexos con elementos de la Policía Federal.

Los deudos se acercaron a las autoridades veracruzanas y en sus declaraciones afirmaron que los occisos trabajaban para la corporación, para lo cual les habían dotado de uniformes con la finalidad de que los apoyaran en la colocación de retenes en territorio poblano.

La función que tenían, supuestamente era de "madrinas", colaboraban en los operativos donde se aseguraba droga y armas, pero estas eran entregadas a un comandante de apellido Magaña; sin embargo, se está investigando qué hay de cierto en ello.

Entre los occisos hay personas oriundas de Puebla y Acayucan, Veracruz, pero hay tres que no han sido identificadas y no se ha confirmado si entre las víctimas había una mujer, pues comenzó a manejarse esa versión.

Los occisos que han sido reconocidos son Rubén Darío Romero Cruz, de 53 años, originario de Ciudad Serdán; Saúl Valencia Rosas, de 45 años, y su hijo Jonathan Valencia, de 23 años, así como los hermanos Osiel y Zuriel Ramírez Fernández, de 29 y 33 años, originarios de Acayucan.

En las investigaciones que se llevan a cabo, se está cruzando información con la Fiscalía General del Estado, pues fue en el municipio de Esperanza, donde la madrugada del jueves fueron privados de la libertad.

Las ocho personas fueron privadas de la libertad en el Hotel Karina, ubicado en el Centro de la demarcación ya mencionada y horas después se encontraron los cadáveres en la calle 14 de Abril, en Nogales, Veracruz.

Los cuerpos estaban apilados al interior de una camioneta Chevrolet Uplander con placas de la vecina entidad, que contaba con reporte de robo según la consulta del Sistema Plataforma México.

Hasta el momento se desconoce cuál fue la causa de la muerte, sólo se confirmó que los occisos estaban semidesnudos, que algunos de ellos presentaban impactos de bala y golpes, y que en la unidad se encontró una gorra y una chamarra con la leyenda Policía Federal.