Sepultan a féminas

Cientos de habitantes del municipio de Acateno dieron el último adiós a Cinthia Pazos Guerrero, Higinia Castro García y Marisol Carmona Morales, mujeres que perdieron la vida la noche del jueves en un accidente vial sobre el tramo estatal San José Acateno–Sanzontla, cuando se dirigían a un partido de basquetbol.

Familiares, amigos y vecinos, se reunieron la mañana del domingo en el auditorio municipal, donde se llevó a cabo una misa con los cuerpos de las tres deportistas; además, estuvieron presentes algunos de quienes resultaron heridos en dicho accidente.

El jueves, el equipo femenil de basquetbol se dirigía a la comunidad de Insurgentes, donde participaría en un juego de la liga local; sin embargo, a la altura del kilómetro 0+300 de la carretera referida el chofer de la camioneta de redilas perdió el control de la unidad, la cual volcó y proyectó a los ocupantes.

En dicho vehículo también murió un joven de nombre José Ignacio Mendoza, originario de la comunidad El Mohón, perteneciente al municipio de Hueytamalco, cuya fotografía también fue colocada en el altar instalado para la celebración religiosa, dándose a conocer que por parte de su familia ya se le había dado sepultura en su lugar de residencia.

Durante dicha eucaristía, el sacerdote Miguel Méndez Bautista exhortó a los presentes orar por el descanso de las tres mujeres, sobre todo por las buenas obras que realizaron en vida; pidió además que los familiares alcancen el consuelo y la esperanza de reencontrarse en un futuro.

De la misma forma, exhortó a los vecinos a unirse en oración por quienes aún permanecen hospitalizados, como es el caso de María del Socorro Rodríguez Vázquez, Alondra Carmona Morales y Dannae Yarenci L.

Al termino de dicha celebración, los cuerpos de las tres mujeres fueron despedidos por sus familiares más cercanos, recibiendo de manos de Julio César Cabañas Méndez, presidente municipal, una fotografía enmarcada de cada una de estas deportistas, con las cuales se encabezó la procesión con rumbo al cementerio.

Fue así como al ritmo de música de banda, los féretros fueron conducidos al camposanto, seguidos de cientos de personas que acompañaron a los deudos.