Padre extraviado estaba en la morgue; fue arrollado

A consecuencia de las lesiones que sufrió tras ser atropellado, falleció el sacerdote Lucino Flores Sánchez, quien fue reportado como desaparecido el 18 de abril, aunque se desconocía su paradero desde el domingo 15.

La Fiscalía General del Estado (FGE) ha descartado que su deceso esté relacionado a cualquier otra situación, incluso se sabe que en ocasiones anteriores ya se había extraviado, motivo por el cual ya no ejercía el sacerdocio.

El lunes 16 de abril a las 6:20 horas, personal de la Zona Centro de la Fiscalía General del Estado (FGE) se constituyó en las instalaciones del Hospital General de Cholula para llevar a cabo el levantamiento de cadáver de un paciente que había ingresado horas antes.

Se trataba de un varón de entre 55 y 60 años de edad, que en la carpeta de investigación 5791/2018/ZC quedó registrado como el desconocido número 137. Al nosocomio ingresó con varias lesiones, incluida una fractura en tobillo.

El único dato que se tenía, según consta en la carpeta, es que horas antes lo habían ingresado paramédicos de Caminos y Puentes Federales (Capufe) que lo atendieron en inmediaciones de la autopista México-Puebla, tras haber sido atropellado.

El cuerpo de la víctima fue trasladado a la morgue en calidad de desconocido y así permaneció hasta el viernes por la noche cuando, trascendió, sus familiares acudieron al anfiteatro y reconocieron el cadáver.

Se sabe que aquel domingo salió de su domicilio en la zona de San Hipólito Xochiltenango, junta auxiliar de Tepeaca, y que no se volvió a tener noticias suyas, por ello días después se presentó la denuncia por desaparición de persona.

Se sabe que por cuestiones relacionadas con su estado de salud -aunque se desconoce qué padecimiento tenía- ya se había extraviado en otras ocasiones.

Además de la familia, la Arquidiócesis de Puebla confirmó el fallecimiento de Lucino Flores. Con lo anterior quedó descartada la versión de que el cadáver hubiera sido localizado el viernes.