Después de cometer el delito de feminicidio, un hombre de 39 años de edad se quitó la vida y con ello, dejó en la orfandad a su hija, de 11 años de edad. Los hechos se registraron la tarde-noche del viernes en el distrito judicial de Tepeaca.

Personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) llevó a cabo las diligencias del levantamiento de cadáver a orillas de la carretera Tecali-Concepción Cuautla, de acuerdo con lo asentado en la carpeta de investigación número 3098/2018 interpuesta por homicidio doloso y suicidio.

Cerca de las 22:50 horas del viernes, peritos y agentes ministeriales arribaron al patio de un domicilio conocido en la carretera, a la altura de un paraje denominado La Isotera, donde se encontraron los cadáveres de un hombre y una mujer.

Las víctimas fueron identificadas como Ángel Tercero Sánchez, de 39 años de edad, y Luisa Casas Avelino, de 37 años.

Los familiares de los occisos declararon que ambos vivieron como pareja durante 6 años, hasta hace unos meses que decidieron separarse. De acuerdo esta versión, fue el 28 de junio del año en curso que se separaron.

Luisa Casas decidió ir a vivir a la Ciudad de México y se llevó consigo a su hija, Monserrat Meneses Casas, de 11 años, aunque se desconoce en qué circunstancias; si por decreto de un juez o si se trataría de un caso de sustracción de menor.

El viernes alrededor de las 14:50 horas, Luisa y Monserrat regresaron al domicilio. Ángel, al verlas, se fue contra su exesposa, a quien atacó con un arma de fuego.

Según los testimonios, no discutieron, Tercer Sánchez simplemente se abalanzó sobre ella y comenzó a golpearla con las cachas de un arma de fuego en la cabeza, sin embargo, instantes después le disparó en repetidas ocasiones hasta privarle de la vida.

Cuando Ángel se dio cuenta de que ya estaba muerta, en el mismo lugar se descerrajó un balazo en la cabeza y falleció al instante, según los cuerpos de emergencia que arribaron al lugar.

Durante las diligencias, los peritos embalaron una pistola marca Colt, calibre .32, así como varios cartuchos percutidos.

La menor, al parecer, fue la única testigo del asesinato de su madre y del suicidio de su padre; quedó a disposición de las instancias correspondientes, luego de que recibiera atención especializada.