De nueva cuenta pobladores de la comunidad de Tlacomulco, en los límites de Puebla e Hidalgo, estallaron en ira luego de que se confirmara la detención de un presunto secuestrador que es originario de ese lugar y además un infractor reincidente.

El inicio del conflicto se dio a cinco kilómetros de Tlacomulco, en la localidad de Tepepa, municipio de Acaxochitlán, cuando habitantes de la zona detuvieron a un sujeto identificado como Zeferino N, alias "el drenajes", quien fue señalado de ser parte de una banda de secuestradores que opera en toda esta región limítrofe de ambos estados.

Zeferino N fue señalado de ser parte del grupo que días atrás "levantó" a una mujer en Tepepa, sin embargo, logró huir en tanto dos integrantes más de su banda fueron detenidos y linchados en la localidad de Ejido Tlazintla. De igual forma es acusado de ser párate de una banda dedicada al robo de casa habitación en la zona.

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Fuentes allegadas al hecho indicaron que "el drenajes" fue trasladado a la localidad de Tlacomulco a petición expresa de los habitantes la comunidad, quienes al saber la noticia se organizaron para hacer justicia por mano propia y pretendían lincharlo antes que arribara algún elemento policiaco. 

Mientras era trasladado a Tlacomulco el sujeto fue asegurado por elementos de la Policía Municipal de Huauchinango quienes lo llevaron a la cabecera municipal para ponerlo a disposición de la autoridad correspondiente.

Este hecho desató la ira de los vecinos de Tlacomulco que en respuesta aseguraron una patrulla de la policía municipal de Acaxochitlán, en la que viajaban cuatro uniformados.

Los enardecidos pobladores, solicitaron la entrega de "el drenajes" a cambio de la liberación de los agentes, de lo contrario tomarían otras acciones.

Esta situación generó el desplazamiento de la policía estatal de Hidalgo y Puebla, así como de personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para tratar de liberar a los preventivos.

Hasta el cierre de esta redacción eran más de mil las personas las que se habían congregado en Tlacomulco para impedir la salida de los policías retenidos, los inconformes también mantenían cerrados los accesos a ese lugar hasta que arribó Roció Sosa, presidenta municipal de Acaxochitlan, quien logró la liberación de los policías de su municipio, previo a esto, los furibundos vecinos prendieron fuego a una patrulla de seguridad pública.