16 Junio 2019

A un costado de la Fiscalía General del Estado (FGE), los familiares de Gabriela Sánchez Martínez pidieron justicia para la víctima, cuyo presunto feminicidio dejó huérfana a una niña de 6 años. La mujer tenía 27 años y estaba embarazada.

Hasta el momento no existe una carpeta de investigación abierta, aun cuando la defensa asegura tener las pruebas suficientes para sostener el caso.

Hace casi cuatro años, a los pocos meses de conocer a Gabriela, su pareja Alberto Carranza Rodríguez se la llevó a vivir a Tehuacán con su hija. Medio año más tarde Gabriela regresó a casa de su madre para encargarle a su nieta; la mujer presentaba signos de violencia.

El cuerpo de Gabriela Sánchez fue encontrado en la colonia Nueva San Salvador, en un terreno colindante con la casa de su madre, Julia Martínez, el pasado 5 de mayo. Al ser informada sobre el hallazgo, Julia decidió presentarse al Servicio Médico Forense (Semefo); sin embargo, no la dejaron pasar a reconocer el cadáver, pues aseguraban que se trataba de un hombre.

Personal de la FGE inspeccionó el cuerpo y permitió a la señora hacer el proceso; le informaron que un hombre había tratado de identificar el cuerpo pero no pudo, aun cuando en uno de los brazos de Gabriela era visible el tatuaje que compartía con él. 

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"Yo les pido de todo corazón que se haga justicia (…) Les pido que hagan justicia, que la ayuden. No es posible que así como le hicieron a mi hija, le hagan a otras personas, a otras mujeres; que a otros niños los dejen sin su mamá," dijo con la voz entrecortada, recordando que en octubre del año pasado ya había informado a la FGE sobre la situación de violencia en la que vivía Gabriela, sin obtener respuesta.

"Deténganlo y que diga la verdad, toda la verdad. ¿Por qué lo hizo, por qué le quitó la vida a mi hija, por qué la trató así? Que la justicia me ayude, porque hemos estado dando vuelta y vuelta y no nos han dado una solución. Yo como madre quiero saber la verdad," exigió la mujer argumentando que existen elementos suficientes para detener a Alberto Carranza Rodríguez, quien en una ocasión fingió el secuestro de Gabriela para pedir un rescate de casi 500 mil pesos.

La madre recibió en varias ocasiones amenazas directas contra la integridad y vida de su hija. "Una vez dijo que si tanto quería a mi hija, me la entregaría destazada en frente de mi casa (…) y cumplió".

Las condiciones en las que encontraron el cadáver y el comportamiento sistemático del propio Alberto debería ser motivo suficiente para que la Fiscalía General del Estado deseche el caso de presunto homicidio y abra una carpeta de investigación por feminicidio, señaló la defensora, Xóchitl Lagunes.

La madre y la hermana de Gabriela, Norma Sánchez, denunciaron que personal que dice ser de la Secretaría de Seguridad Pública está intentando convencer a sus vecinos para que firmen un documento en el que se describe a Gabriela como una vagabunda, para así hacer pasar el caso como un suicidio.