Un joven universitario de 20 años fue secuestrado por tres de sus compañeros, quienes querían pedir un rescate, pero lo asesinaron
La confianza, el compañerismo y lo que parecía el inicio de una amistad, acabó como una indignante historia de traición y asesinato, cuando tres compañeros de la universidad decidieron secuestrar a José Andrés Larrañaga Canalizo para pedir un rescate, pues vieron que “tenía mucho dinero por las fotos que publicaba en redes sociales sobre viajes, propiedades y motos”. Ahora, a casi un año del asesinato del estudiante de la Universidad de Ciencias y Desarrollo (UDES) de 20 años, ninguno de los detenidos ha sido sentenciado. Los tres jóvenes señalados —Arturo, Pablo y Abraham—, están en el Cereso de San Miguel, procesados por el delito de homicidio y en espera de la audiencia intermedia.
La idea detrás del crimen La historia del asesinato de Andrés Larrañaga comenzó el 26 de septiembre de 2018. Ese día, Arturo y Abraham se encontraron en el taller de mecánica de la universidad con Pablo, este último les propuso participar en “un negocio” que quería realizar su papá, quien, presumió, era huachicolero. El 1 de octubre, con engaños, Andrés Larrañaga subió al auto de Abraham, creyendo que él y su compañero iban a visitar a un profesor para pagarle por una calificación. Los jóvenes se dirigieron a las inmediaciones de Plaza Crystal donde Pablo y Arturo ya los esperaban. Al llegar comenzaron a golpear a Andrés, quien hasta les ofreció dinero “para ayudarlos” y que no le hicieran daño, pero lo estrangularon. Pablo volvió a la escuela para recoger el auto Mitsubishi Lancer de la víctima y luego alcanzó a sus cómplices en la colonia Unidad Magisterial México 68.
En un callejón, Pablo y Abraham metieron el cuerpo de Andrés en la cajuela de su propio auto, y luego Abraham y Arturo se retiraron del lugar y abandonaron la mochila de Andrés en la zona de Angelópolis. La mañana del 2 de octubre, Pablo condujo el auto con el cuerpo de Andrés en la cajuela. Junto con Abraham fue a Acajete, donde enterraron el cuerpo y luego abandonaron la unidad en Acatzingo. Lee: Memorias del crimen: Cara de madre, alma de asesina¿Dónde estás, Andrés? José Andrés fue visto por última vez el lunes 1 de octubre del 2018, cuando salió de la universidad. La búsqueda por parte de familiares comenzó esa misma noche y la mañana del martes se interpuso la denuncia respectiva ante la Fiscalía General del Estado (FGE). El 2 de octubre, autoridades localizaron el auto de Andrés abandonado en Acatzingo. El 4 se reportó el hallazgo del cadáver en la junta auxiliar de Santa María Nenetzintla, en Acajete; se realizó el levantamiento y el traslado al Servicio Médico Forense (Semefo). El 5 de octubre la FGE confirmó que el cuerpo había sido localizado un día antes y que tres de sus compañeros de universidad habían sido detenidos por su presunta participación en el crimen.
“No queremos caer en contradicciones” Pablo, Abraham y Arturo, fueron citados en la fiscalía para declarar por el asesinato de su compañero; sin embargo, al esperar varias horas, los jóvenes se molestaron y uno de ellos pidió a un agente que les informaran el motivo verdadero por el que los habían citado, a lo que otro respondió: “sí, ya díganos porque no queremos caer en contradicciones”. Los jóvenes intentaron sobornar a los agentes, ofreciéndoles tres teléfonos celulares, por lo que fueron detenidos por cohecho. El 8 de octubre se realizó la audiencia de vinculación por el delito de cohecho y fueron vinculados por dicho ilícito. Las medidas cautelares impuestas sólo eran firmar periódicamente y dejaron como garantía económica 2 mil pesos cada uno, además no podían salir de la entidad, pero cuando los estudiantes salían de su audiencia, fueron detenidos por el homicidio de José Andrés.
El 10 de octubre Pablo, Abraham y Arturo, fueron enviados a prisión tras una audiencia de imputación. |
