Acusan de secuestro a Verónica tras intentar devolver un celular que encontró
La historia de Verónica Inés, encontró un celular en la calle, lo pública en redes para devolverlo a su dueño y ahora la FGE la detuvo acusándola de secuestro
El único pecado de Verónica Inés Barbosa Pérez fue intentar devolver un teléfono que encontró tirado en Tehuacán. Ahora, la Fiscalía General del Estado la acusa de secuestro. Para detenerla, las autoridades montaron un fuerte operativo, durante el cual la privaron de su libertad, la golpearon y la torturaron, culpándola de un crimen que no cometió. Tras este suceso, la familia de Verónica Inés difundió lo ocurrido en redes sociales y exigió la intervención de las autoridades, clamando justicia. Señalaron que la mujer, de 49 años de edad, actuó de buena fe al intentar devolver el teléfono, sin saber que pertenecía a una persona que había sido secuestrada horas antes. "Los familiares de Verónica exigimos que los parientes de la persona secuestrada tengan la humanidad de reconocer públicamente que se les contactó para devolverles el celular. Verónica actuó de buena fe, sin mala intención; ella es una persona ética y moralmente recta, y quiso actuar como una ciudadana responsable", reclamaron sus seres queridos. La pesadilla de Verónica comenzó el viernes 18 de octubre, cuando, tras visitar a sus padres, encontró un iPhone 14 Pro Max tirado en las calles del Fraccionamiento Santa María. Al ver el dispositivo, lo recogió y publicó en grupos de WhatsApp que lo había encontrado, con la intención de devolverlo a su dueño, solicitando que quien lo reclamara probara que era suyo. Lo que Verónica no sabía era que el teléfono pertenecía a una persona secuestrada. En la madrugada del 19 de octubre, agentes policiacos comenzaron a patrullar alrededor de su casa, como si la estuvieran vigilando. El 20 de octubre, Verónica continuó con su rutina habitual y fue a trabajar, pero no regresó a casa, ya que más de 20 agentes de la Fiscalía y policías la detuvieron en su lugar de trabajo, acusándola de ser secuestradora. Ahora, la Fiscalía Antisecuestros busca culparla de la privación de la libertad de la persona cuyo teléfono Verónica simplemente había encontrado. Por este motivo, su familia ha exigido justicia, pidiendo la intervención de Derechos Humanos y otras autoridades, ya que ella se encuentra actualmente golpeada, torturada y encarcelada por un delito que no cometió.
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