Lo que se sabe hasta ahora es que Ingrid Gómez Castellanos estuvo bajo la custodia de su padre la noche del 3 de diciembre
El pasado 2 de diciembre de 2024, Ingrid Gómez Castellanos, una joven de 29 años originaria de Puebla, salió de la casa donde vivía con su tía, desde entonces no se tiene noticias de su paradero. Aunque la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Puebla emitió un comunicado asegurando que Ingrid había sido “localizada”, no se han presentado pruebas sobre su paradero ni se ha garantizado su seguridad. Lo que se sabe hasta ahora es que Ingrid estuvo bajo la custodia de su padre la noche del 3 de diciembre, cuando agentes de la Secretaría de Seguridad de San Pedro Cholula la entregaron en su hogar en Villa Verde I, Puebla; sin embargo, la situación con su papá ha sido problemática desde hace años. Ingrid había denunciado formalmente ser víctima de violencia familiar, psicológica y vicaria, hechos respaldados por testigos y pruebas, a pesar de ello, su padre ha mantenido una campaña de calumnias que dificultó que Ingrid reciba el apoyo moral de sus seres queridos. En su búsqueda, su tía ha intentado obtener respuestas en hospitales, autoridades de seguridad y otras instancias de Puebla, pero hasta la fecha, no ha logrado avances significativos. La Comisión de Búsqueda cerró el caso sin pruebas concluyentes y sin tomar en cuenta los antecedentes de violencia familiar que Ingrid ha sufrido. También se ha dicho que Ingrid ha sido vista en Tepeaca, la Ciudad de México y Veracruz, pero ninguna de estas ha sido confirmada oficialmente. Ante esta situación, un grupo de apoyo ha comenzado a organizarse para exigir justicia por Ingrid. La campaña de solidaridad incluye la denuncia de la omisión de las autoridades y la solicitud a la Fiscalía General del Estado, la Comisión de Derechos Humanos y el DIF Estatal para que intensifiquen la investigación. El grupo también subraya la urgencia de garantizar la seguridad y el bienestar de Ingrid, que continúa en riesgo debido a las circunstancias de su desaparición y su historia de abuso. Ingrid necesita ayuda urgentemente: amor, cuidados, atención médica y, sobre todo, terapia para poder sanar de los daños psicológicos y emocionales que ha vivido. Su caso no debe quedar en el olvido ni ser invisibilizado por la indiferencia de quienes deberían protegerla. El grupo que apoya su causa hace un llamado a la solidaridad de la sociedad civil y de los medios de comunicación para que se sumen a la búsqueda de justicia para Ingrid y para todos aquellos que han sido víctimas de violencia y abandono.
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