Crear tiene un valor indescriptible: Héctor Flores

Este 14 de febrero sus piezas son una oportunidad de dar algo fuera de lo normal.

Crear tiene un valor indescriptible: Héctor Flores
Karen ROJAS | Héctor Flores Sánchez. Crear tiene un valor indescriptible: Héctor Flores

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El amor está en el aire y en las manos del artesano Héctor Flores Sánchez, quien crea con los materiales que tiene figuras sacadas de lo más recóndito de su imaginación y su corazón, y es por eso que cada fecha se prepara para inspirarse, como lo es el día de San Valentín, con corazones hechos de cartón pero con mucho amor.

El artesano se inclinó por las ciencias sociales pero su cariño a las tradiciones mexicanas lo hicieron dedicarse a preservar y enriquecer, esta técnica con elementos actuales, que es parte de la diversidad cultural que tiene nuestro país.

Héctor Flores platicó con El Popular, diario imparcial de Puebla sobre su pasión y cómo, a través del fomento de la creatividad, se puede generar un cambio social.

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“Estudié antropología, la cual va muy relacionada con el quehacer del hombre como ser social. Durante algunos viajes a diversos estados del país, tuve un acercamiento con las artesanías, y al verlas yo quería aprender a hacerlas. En 2007 tomé algunos cursos en la BUAP sobre cartonería y de manera autodidacta empecé a meterme más en esta técnica; visitando los barrios en donde se realizan, conocí más de este arte popular.”

La cartonería permite crear infinidad de piezas. Algunas de las más conocidas son las catrinas o los alebrijes, que sorprenden por sus vibrantes colores, pero también hay sorpresas como las que presenta el artista.

“Las costumbres no son estáticas, generalmente se van moviendo con el paso de los años; en el caso de la cartonería ocurre lo mismo. Su origen son las piñatas, los alebrijes y las máscaras. En mi caso, yo les imprimió un toque más urbano, por el contexto en el que me desenvuelvo. He creado diferentes piezas para estudios de tatuajes y foros culturales.”

La cartonería está experimentando un crecimiento exponencial de personas que quieren aprender esta técnica, y clientes ávidos de artesanías de calidad.

“De unos cinco años para acá, la cartonería ha tenido un boom, ya hay muchos talleres, exposiciones e incluso una escuela de la cartonería en la Ciudad de México. Creo que el aumento de su popularidad de debe a que en estos tiempos todo es muy rápido y sólo consumimos cosas fabricadas por otros, y crear algo con tus manos tiene un valor indescriptible, porque le puedes poner elementos de tu agrado y mucha dedicación.”

Algunos de sus alumnos provienen de los Centros de Integración Juvenil de Puebla y Tlaxcala. En estos talleres, los jóvenes que ingresaron por cuestiones relacionadas a la violencia y al consumo de drogas a esos lugares, encuentran una forma de distraerse de manera sana.

“Estos jóvenes tienen diferentes problemas, algunos muy difíciles, y reciben atención psicológica y psiquiátrica. Cuando empecé a dar un taller de catrinas, muchos chavos eran renuentes a participar, alegando que no eran buenos para pintar y muchos no sabían escribir; después de haber empezado, comenzaron a preferir el taller sobre otras actividades. Algo interesante es que retrataron algunos de sus problemas en los obras; fue algo terapéutico y en tiempos tan violentos te hacen, más empático.”

Héctor ve en la cartonería una forma de brindar opciones a los jóvenes y adultos; y hacerlos conscientes de la capacidad que tienen para crear diferentes cosas.


Para conocer más de su trabajo, lo pueden visitar sus redes sociales como Héctor Flores Sánchez y estar al pendiente de los talleres que estará impartiendo los próximos meses.

 Este 14 de febrero sus piezas son una oportunidad de dar algo fuera de lo normal.