Las muertes de los estudiantes no pueden pasar desapercibidas: familia LeBarón

Los LeBarón asisten a marcha de Puebla en búsqueda de justicia por muertos y desaparecidos en el país

Marcos Nucamendi

La familia LeBarón ha sido víctima de la violencia que se vive en el país más de una vez. En 2009 fueron levantados y ejecutados dos de sus familiares, y diez años más tarde, en noviembre pasado, nueve integrantes perdieron la vida en la frontera Sonora-Chihuahua. Razones por las que se solidarizaron públicamente con la comunidad estudiantil en paro.

“Si estas muertes se les pasan desapercibidas, es que estamos dormidos”, aseguró Adrián LeBarón, quien junto a su sobrino Bryan acompañó hoy domingo a decenas de víctimas de la violencia en el estado en una marcha realizada al poniente de la capital poblana.

Se refería a los cuatro jóvenes asesinados en Huejotzingo hace apenas una semana; tres de ellos estudiantes universitarios.

“Lo que le pasó a los estudiantes es increíble, quiero ser invitado a las universidades y poder platicar con ellos (...) Es tan fuerte ese movimiento que nosotros queremos tomar de esa fuerza. Si no nos unimos con ustedes los jóvenes, estamos jodidos”, agregó Adrián LeBarón.

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Bryan, en su intervención, aseguró una de las razones para venir a Puebla y acompañar la marcha de víctimas, era justamente por el impacto que le provocó ver la fuerza del movimiento estudiantil, que en pocos días ha ido sumando apoyos incluso a nivel nacional.
“Yo no me lo pierdo, dije (...) Los estudiantes son también el futuro y los apoyamos cien por ciento en su lucha”.
El respaldo de los LeBarón no sólo se quedó en el apoyo a las víctimas presentes y los estudiantes, lo extendieron a las mujeres poblanas que se sumen al paro nacional de próximo 9 de marzo, a todas las víctimas indirectas de homicidios dolosos y desapariciones en la entidad, e incluso a los defensores y periodistas que están siendo perseguidos y amenazados.
Julián LeBarón, confirmaron sus familiares, no pudo asistir a la marcha por cuestiones de seguridad, ya que las autoridades federales le advirtieron que estaban intentando atentar contra su vida.

“Le dijimos por favor, tómate un tiempo a que se calme un poco la situación. Nos sirves mucho más vivo que muerto y por eso hoy no está, pero está de corazón y manda todo su cariño y todo su apoyo (...) La siguiente vez él va a estar aquí, porque no se fue por miedo, se fue encabronado de nuestro sistema.”