Con gran dolor y gritos clamando por justicia, familiares y amigos de Juan Ortiz, una de las víctimas de la explosión del contenedor en el estacionamiento de la Fiscalía General de la República (FGR) delegación Puebla el pasado 12 de agosto, le dieron el último adiós. 

Juan era un hombre de 45 años de edad y era soldador.  Falleció la noche del pasado jueves en un accidente que se produjo en un contenedor utilizado para el robo de gasolina, que se encontraba sin combustible, pero tenía gas al interior.

El soldador de 45 años quiso abrirlo para revisarlo, pero a la primera chispa explotó el gas que estaba contenido en ese tanque hechizo. 

Su velorio fue acompañado de mariachis. Deja a dos hijas y una madre que dependía económicamente de Juan. La señora solicita una indemnización por la pérdida de su hijo, ya que, al momento, solo ha recibido dinero para los gastos funerarios. 

La zona donde radicaba se encuentra en una vivienda ubicada en la colonia Guadalupe Hidalgo, al sur de la capital poblana. 

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En su despedida fúnebre fue llevado al panteón Guadalupe Hidalgo, acompañado de mariachis, flores y un camino trazado por el humo de copal. 

Los familiares de Juan Ortiz siguen sin saber más detalles del siniestro, así como la indemnización por la pérdida de su padre. 

Por otra parte, la otra persona que también murió en ese accidente, fue identificado como Martiniano Díaz, de quien hasta ahora se desconoce si su cuerpo ya fue entregado; no obstante, su hijo Kevin, menor de edad, logró sobrevivir aunque con heridas graves, al igual que una joven de 23 años de edad.