La inseguridad vial que vivimos los peatones y ciclistas en México, especialmente en la Ciudad de Puebla, es una pesadilla. Hasta el final de agosto, 1,665 peatones y 289 ciclistas documentados por medios de comunicación han muerto atropellados durante los primeros 8 meses del año en el país, según información proporcionada por el proyecto Ni una Muerte Vial (@niunamuertevial).

Guanajuato, Veracruz y Jalisco los estados más mortales. Ciudad Juárez, Tijuana y la ciudad de Puebla, los municipios más mortales.

La ciudad de Puebla registró el atropellamiento de 32 personas en este año, además de que la app de tráfico Waze realizó hace 5 años un reporte titulado Índice Global de Satisfacción de los Conductores donde manifestó que los peores conductores del país se encuentran en Puebla.

Cada año mueren en el mundo cerca de 1,3 millones de personas en accidentes de tránsito, y entre 20 y 50 millones padecen traumatismos no mortales causantes de discapacidad. Esto según cifras de 2017 de la Organización Mundial de la Salud (OMS),

Si no se adoptan medidas inmediatas y eficaces, los accidentes viales se convertirán en la quinta causa mundial de muerte, con unos 2,4 millones de fallecimientos al año.

Y es que para muchos conductores aún escapa de su entendimiento la tremenda responsabilidad que implica el uso de los vehículos automotores. La cultura vial es escasa y las licencias de manejo prácticamente las conceden aunque no sepas ni encender el vehículo.

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A pesar de la urgente necesidad de implementar cambios radicales en la educación vial de nuestra ciudad y país, aún se escuchan muchas voces molestas con la creación de cruces peatonales y ciclopistas, argumentando que roban espacio a los vehículos.

Lo que no han comprendido quienes critican a las ciclopistas y cruces peatonales, es que precisamente la intención es tomar el espacio de los automóviles para devolverlo y hacerlo seguro a los peatones y ciclistas.

Y es que, en México, el parque vehicular registrado es de 50,347,569 unidades emplacadas y solo 3 de cada 10 vehículos cuenta con alguna clase de seguro en caso de siniestros, según datos de la Comisión Nacional para la Protección de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF). Sin mencionar que la cantidad de propietarios en abrumadoramente menor a la cantidad de peatones.  

Los accidentes causados por el tránsito, sin embargo, pueden ser prevenidos. La experiencia internacional sugiere que un organismo coordinador con financiación suficiente y un plan o estrategia nacional con metas claras es crucial para una respuesta sostenible al problema de la seguridad vial.

Entre las intervenciones eficaces, la OMS destaca la incorporación de las características de la seguridad vial en la utilización de la tierra, la planificación urbana y la planificación del transporte; el diseño de carreteras más seguras, el mejoramiento de las características de seguridad de los vehículos, el fomento del transporte público, el control eficaz de la velocidad a cargo de la policía y mediante el uso de medidas de descongestión del tráfico; el establecimiento y observancia de leyes que exijan el uso del cinturón de seguridad y el mejoramiento de la atención que reciben las víctimas de los accidentes de tránsito, entre otros.

“Las campañas de sensibilización de la población —destaca la OMS—también cumplen una función esencial en el apoyo a la observancia de las leyes, aumentando la toma de conciencia sobre los riesgos y las sanciones asociadas al quebrantamiento de la ley”.