Salió libre el "Junior de la UPAEP": ¿impunidad para unos, justicia para pocos?
Existen varios caminos a acuerdos que ayudan a los agresores a evadir la cárcel. Esto involucra mucho dinero y privilegio, con el que muy pocos cuentan.
Enrique Maturano, el joven estudiante de la Upaep que provocó la muerte de dos personas cuando manejaba en estado de ebriedad, ha causado una polémica y debate en la entidad poblana. Lo anterior por la rapidez en la que el joven logró obtener su libertad, esto después de pagar la cantidad de 500 mil pesos a las familias de ambas víctimas, es decir, el monto total fue de un millón de pesos. Y es que en un inicio se había dicho que Enrique fue detenido, posteriormente fue encarcelado y se realizó la semana pasada su primera audiencia en dónde el juez declaró legal su detención. Pero, al momento de ser vinculado a proceso, su abogado pidió un aumento del plazo constitucional. Fue por ello que el responsable no fue vinculado a proceso, por lo que permaneció en prisión preventiva en el penal de San Miguel, posteriormente en una segunda audiencia, se dio a conocer que tanto su abogado como el de la parte acusatoria llegaron a un común acuerdo. Acto que recuerda casos anteriores en los que, ante la sorpresa de la opinión pública, los irresponsables conductores logran evadir las consecuencias de sus actos.
De acuerdo al Coordinador de la licenciatura en Derecho de la Universidad Iberoamericana, Simón Hernández la práctica de llegar a un acuerdo es algo común en México y otras partes del mundo. Explicó que para los casos como el del “junior de la Upaep”, se utiliza la resolución de fondo. Es decir, salidas alternativas, como se les conoce en el sistema acusatorio. Las salidas alternativas, pueden culminar en que ambas partes lleguen a algún acuerdo compensatorio a través de la mediación, así en lugar de ir a un juicio que desgaste emocional y económicamente a ambas partes llegan a algún acuerdo el cual puede ser económico. Si este acuerdo se llegará a incumplir, en este caso sería el pago a las víctimas, el joven podría regresar a prisión y el caso llegaría a juicio. Esto entonces establecería claramente el sector de la población que puede “compensar los daños” y cuál otro tendría un pronóstico más sombrío para lograr dicha compensación. Y aunque las salidas alternas pueden ser variadas, esto siempre es dependiendo el delito. Por ejemplo, las familias de los finados pueden solicitar que el agresor realice trabajo comunitario y/o asista a terapia por alcoholismo. O sencillamente podrían arrepentirse antes de terminar los convenios y volver al proceso. Tal fue el conocido caso del joven futbolista Joao Maleck, ex canterano de Santos, quien el domingo 23 de junio de 2019, a las 10 de la mañana aproximadamente, en la ciudad de Guadalajara, colisionó su vehículo con un Chevrolet Aveo en el que viajaban dos personas que murieron. En este caso el futbolista pasó cerca de año y medio en prisión, antes de ser sentenciado a 3 años, ocho meses y quince días de prisión (proceso que, al ser menor de 4 años, puede pasar en libertad) y llegar a un acuerdo con las familias de la joven pareja que perdió la vida en el incidente.
En la ciudad de Puebla, por ejemplo, podemos recordar el incidente ocurrido el pasado 3 de octubre del 2021, cuando un hombre ebrio estampó su camioneta en contra de una parada en boulevard norte, matando a una mujer de 37 años y lesionando a su madre. En este caso, no existió un acuerdo compensatorio y el conductor fue internado en la cárcel. “Que se logre algún acuerdo preparatorio, pero que la familia esté de acuerdo, que lleguen a términos comunes. Y que entonces en lugar de ir a un juicio se busque una salida alterna mediante el acuerdo. Y la persona que está sujeta tiene que acatar lo que determine el juez, es decir, puede ser, acudir a terapia contra el alcoholismo, si es que estaba manejando en estado de ebriedad, que haga trabajo comunitario, que repare efectivamente el daño. Y debes cumplir con estas condiciones”, explica Simón Hernández. Sin embargo, el no llegar a un acuerdo no implica que alguien con recursos no logre evadir sus responsabilidades penales. Recordemos el caso del joven Juan Carlos Medel, que el 24 de noviembre del 2020 fue atropellado por Yamil. G. Quien, a pesar de ser detenido por las autoridades, consiguió engañar e intimidar a la familia de la víctima al hacerles firmar un acuerdo, con el que logró que la autoridad le dejara libre y se escapó. Actualmente tiene una orden de aprensión y no hay pista de su paradero. Cabe mencionar que Yamil, así como “el junior de la UPAEP”, son hijos de personajes con el capital suficiente para “pagar” sus errores, o al menos mantenerles alejados de las consecuencias de sus acciones.
“El junior de la UPAEP”, apodo que logró ganarse en diversos medios de comunicación, provocó un accidente mientras iba conduciendo borracho y colisionar con otra unidad, causando la muerte de un chófer de UBER y su pasajero, el pasado 5 de marzo cuando Enrique se habría pasado el alto con su auto y embistió el Aveo de Uber en la esquina de las 23 Poniente y 23 Sur. |